Hasta el rabo, todo es toro
El Sporting salva un punto en el minuto 96 ante un Granada que se quedó con nueve
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EFE/Alberto Morante / Alberto Morante (EFE)
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Gijón
No hace falta ser taurino para entender el dicho de 'hasta el rabo, todo es toro'. En El Molinón la expresión se hizo patente en un Sporting-Granada que, sin resultar espectacular, fue un carrusel de emociones. Quien en el minuto 86 dio el partido por perdido con el 1-3 y decidió marcharse a su casa para ganar tiempo y harto de pasar frío, se perdió un final antológico, en el que el Sporting tiró de orgullo y ambición para salvar un punto que se celebró en El Molinón casi como una victoria. El gol de Guerrero en el minuto 96 alegró la noche de los sportinguistas.
Convendremos en que el equipo gijonés protagonizó ante el Granada el peor partido de esta temporada, en la que el listón estaba alto. Los andaluces pusieron más fútbol ante un Sporting que se mostró impreciso, quizás excesivamente ansioso, y no acabó de adaptarse al terreno de juego de El Molinón, rápido y muy afectado por el diluvio que cayó durante toda la jornada.
Ventaja tempranera
- Ficha Técnica
Las cosas empezaron bien para el Sporting, que en una jugada de estrategia se adelantó en el marcador. No habían pasado ni diez minutos: los rojiblancos sacaron de esquina, Lora la colgó con precisión desde la derecha y Bernardo entró de cabeza, poderoso, en el segundo palo.
Al Sporting no le sentó bien el gol. El Granada dejó de esperar a los rojiblancos, empezó a imponerse en el mediocampo y a generar peligro, especialmente cuando el balón llegaba a las botas de Succes. Un centro suyo desde la izquierda acabó en el gol del empate, tras varios rebotes. Y el propio Succes remontaba el partido tras recortar en el área y sacar un gran disparo.
Los rojiblancos acumulaban motivos para enfadarse con el árbitro, Álvarez Izquierdo, que primero se 'comió' un derribo a Carlos Castro en el área y, con el 1-2, no señaló otro claro penalti por pisotón a Lora. Al final, curiosamente, serían los granandinos quienes acabarían locos con el colegiado.
El Sporting no se rinde
El tercer gol andaluz, ya en la segunda parte, pareció sentenciar el partido. Fue una jugada de auténtica mala fortuna. Con el Sporting volcado al ataque, pero impreciso y sin apenas tirar a puerta, Succes lideró una contra, se plantó en el área rojiblanca y se encontró con Alberto. El rechace fue a parar a los pies de El Arabi. El marroquí chutó, el balón golpeó en Sergio Álvarez y la parábola superó a Alberto.
Jugará mejor o peor, pero el Sporting tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Y nunca se da por vencido. Se volcó al ataque y al Granada empezó a poderle la presión. Miguel Lopes fue expulsado por una falta a Guerero por detrás. Instantes después, un centro de un Halilovic bastante más gris que en otros partidos acabó en el remate de Nacho Cases para el 2-3. Era el minuto 87; el empate parecía una misión difícil, pero no imposible.
En el 89, Doria retrasó el saque de una falta y también se fue al vestuario. El defensa tardó lo indecible en abandonar el campo. Álvarez Izquierdo tomó nota y prolongó el partido más allá de los cinco minutos que había decretado. Y ya rondando el 96, Guerrero provocó el delirio: recibió el balón en el área, controló con la zurda y remató con la derecha. Un gol que sabe a gloria. Habrá tiempo para corregir errores (que los hubo), pero el subidón de adrenalina no se lo quita nadie a ningún sportinguista.
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David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...