Reparto británico y polémico
El derbo vasco de Anoeta termina en tablas tras un partido de más brega que fútbol, que se pudo decidir por una mano clara de Illarramendi, y en que los realistas perdonaron en su arreón final

GRA411. SAN SEBASTIÁN, 27/09/2015.- El lateral del Athletic Club De Marcos (i) pelea un balón con el portugués Bruma, de la Real Sociedad, durante el partido de Liga en Primera División disputado esta noche en el estadio de Anoeta, en San Sebastián. EFE/Juan Herrero / Juan Herrero (EFE)

San Sebastián
La Real Sociedad y el Athletic se repartieron los puntos como buenos hermanos en el derbi vasco de Anoeta. Un empate sin goles que no pasará a la historia, que tuvo más brega e intensidad que fútbol, y en el que no faltó la polémica, porque los jugadores rojiblancos pidieron penalti por una mano de Asier Illarramendi a disparo de Aritz Aduriz en la primera parte. El árbitro interpetró que no hubo intencionalidad, pero razones para quejarse tienen los jugadores rojiblancos.
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Lo cierto es que no fue un derbi vistoso. Todo lo contrario, fue pelín soso, y sólo la duda del resultado final por el empate le puso algo de picante al encuentro. Aunque, eso sí, ganas, pelea, brega, esfuerzo, intensidad... no se les puede negar a ninguno de los dos equipos. Los jugadores se emplearon a fondo y libraron una batalla muy intensa, de mucho ritmo y en el que apenas había tiempo para el respiro. En ese sentido fue un derbi muy británico, muy típico de los que se juegan en la isla, en los que, aunque no haya fútbol, hay emoción porque todos los jugadores se desgastan sobre el terreno de juego. Lo malo es que ahí se quedó el derbi. En la pelea, en la lucha. Faltó lo más importante, el picante de las ocasiones, porque apenas hubo. Quizá en la primera parte estuvo algo mejor el Atlhetic, sin ser superior, pero sí merodeó más la portería de Rulli, hasta llegar a la jugada clave del partido: la mano de Illarra en el área realista. Aduriz chuta escorado, el mutrikuarra se lanza al suelo para cortar su lanzamiento y en el intento de despejar el balón pega en su pierna y después en la mano, cortando la trayectoria de la pelota que iba hacia la portería txuri-urdin. El Athletic protestó, la Real respiró. Podía haber sido penalti tranquilamente. De hecho, lo normal es que hubiera sido penalti.
Esa jugada influyó en el desarrollo del encuentro, porque evitó que el Athletic llegara al descanso por delante, y porque si llega a pitar penalti, era la segunda amarilla de Illarramendi, y la Real habría tenido que jugar toda la segunda parte con un jugador menos. Pero todo siguió igual. Y la salida de vestuario renovó los bríos de ambos conjuntos, que salieron con la misma intensidad... y con la misma oscuridad a la hora de generar juego. Quizá también era complicado, viendo el ritmo alto que imprimían. Aunque sí es verdad que poco a poco la Real fue teniendo algo m´s el balón, y empezó a merodear con cierto peligro la portería de Iraizoz. Un disparo cruzado de Canales que se fue rozando el poste tras una buena combinación de De la Bella y Zurutuzxa es el mejor ejemplo. Pero todos sus intentos terminaban igual, con un mal centro, con un remate tímido o directamente sin remate.
Al Athletic le costaba llegar a la portería de Rulli, y con los cambios, la Real mejoró algo. Bruma y Jonathas le dieron otro aíre. Nada del otro mundo, pero sí salsearon más. Y en esa salsilla, en los minutos finales, la Real pudo haber ganado, con una triple ocasión a centro de Bruma, que en boca de gol remataron mordido al cuerpo de Iraizoz primero Jonathas y luego Vela, y en última instancia de cabeza mal Xabi Prieto. Una triple ocasión con la que se acabó todo lo interesante de un derbi con reparto de puntos y que no pasará a la historia.
- FICHA TÉCNICA: REAL 0 - ATHLETIC 0

Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...