Mateo Valero: "La investigación, en España, es un oasis en medio del desierto"

Zaragoza

Mateo Valero nació en Alfamén. Su historia es la de tantos aragoneses que acabó trabajando en Cataluña. En su pueblo del campo de Cariñena, la escuela lleva su nombre y hace años que lo declararon hijo predilecto, pero ahora tiene un galardón más del que puedan sentirse orgullosos. Al Seymur Cray lo llaman el Nobel de la computación y es lo que recibirá este aragonés el próximo mes de noviembre en Estados Unidos.

Valero dirige el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona donde trabaja con super ordenadores como el Mare Nostrum, capaces de hacer en una hora lo que a un ordenador común le costaría un año entero. Su trabajo es global, codo con codo con más de 450 científicos de 45 países. Su logro, atraer el talento de todas las partes del mundo y multiplicarlo. De hecho, en los últimos años de crisis, han creado 200 puestos de trabajo de calidad. Por cada euro invertido, dice, han logrado seis más de la iniciativa privada y europea. Ahora, la financiación la tienen asegurada por parte del Estado, pero subraya que investigar, como vivir, es colaborar con todos. Por eso denuncia el fracaso político. "La investigación en España es tan buena que atraemos talento, pero somos un oasis en medio del desierto. Hay que cambiar la estructura de este país y si de verdad los políticos se creen que hay que basarla en la ciencia, que lo hagan, que se dejen de decirlo y lo hagan".

Valero también opina con contundencia de la tensión secesionista en Cataluña. "No sé en qué enredo nos han metido los políticos, pero no me gusta, yo no soy partidario -dice- de que Cataluña salga de España". A lo que añade, que "también ha habido fallos del gobierno de Madrid con Cataluña". Esta tierra, dice, "es maravillosa, valora el esfuerzo y el trabajo".