De menos a menos

Málaga

Cinco jornadas, dos puntos, cero goles. Más de 400 minutos de fútbol después, el Málaga solo ha sido capaz de hacer un tanto... y en propia puerta. Tissone terminó de sentenciar al cuadro blanquiazul en una jugada desafortunada que solo es una más de un infortunio general. Sin fútbol, sin ideas, sin nada. Al Villarreal le bastó con dejar que el equipo local fuese peor para hacer los deberes y volverse a Castellón con tres puntos bajo el bolsillo.

Poco se puede decir del fútbol en sí, porque apenas hubo. Los 18.000 aficionados de La Rosaleda se volvieron a casa una vez más cabizbajos, igual que Gracia, igual que los jugadores. No son ellos los principales culpables de lo que se ve en el césped, que por cierto cumplió en su día de estreno. El desmantelamiento continuo y la falta de recambios lleva a lo que lleva: a la nada. No se puede responsabilizar a un Horta apático como siempre, ni a Duda con más corazón que físico haciendo diagonales, ni a Juanpi tirado a banda sin influencia en el juego. Ni a Tissone, cargado con la responsabilidad de organizar sin saber de qué va eso. Ellos son solo el resultado de una operación que no funciona.

El Villarreal fue eficiente. Con varias bajas pero con sustitutos de lujo, supieron cuándo tener la batuta del encuentro y cuándo darle la bola al Málaga. Cerraron por completo el juego interior y ni Boka ni Rosales pudieron ayudar mucho llegando desde fuera. Charles, activo como siempre, peleó sin éxito con un Eric Bailly imperial todo el encuentro. Al brasileño le falta el último metro para llegar al gol. Sabe por dónde se cuece, pero se queda en la orilla.

El más resolutivo en el Málaga fue Carlos Kameni, muestra de que arriba no hay nada. Los de Marcelino tiraron de Leo Baptistao como una fantástica referencia arriba para lanzar contraataques medidos que siempre acababan en peligro. Nahuel, que entró en el 9' de la primera parte por el lesionado Adrián (se llevó una ovación por su pasado malaguista), tuvo la más clara en un cuasi penalti que atajó el camerunés. Por arriba, por abajo, sacando la pierna... Las sacó de todos los colores. La única que tuvieron los de Gracia fue de Horta, que tan apagado como siempre empujó fuera un centro medido casi debajo de la portería. No fue su día. Nunca lo es.

Si no eres capaz de hacer gol, mala suerte, pero peor es cuando dentro de tu incapacidad anotadora, cuando lo consigues, lo metes en la portería contraria. Al pobre Tissone le cayó la pelota en una falta que no fue de ninguna de las maneras (este es otro asunto) y al intentar despejar con la cabeza al córner la mandó pegadita a la base del poste. Imparable. Un jarro de agua fría cuando parecía que al menos se podría rascar un empate. Cuando eso ocurre no hay solución. Bueno, sí: marcar, pero no parece posible.

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Final, enésima pitada y aplausos para los 'Samus'. García disputó los noventa minutos con el "submarino amarillo" y Castillejo vio los toros desde la barrera. Su venta son los daños colaterales de un rumbo que tiene muy mala pinta si no se producen cambios urgentes. Esperemos que al menos con la vuelta de Camacho y Santa Cruz algo se remueva en el césped. Mientras tanto, toca visitar el Bernabéu. Y luego la Real Sociedad. Y después el Valencia. Ay.

Ficha técnica

Málaga CF: Kameni; Rosales, Angeleri, Weligton, Boka (Juan Carlos, 89'); Tissone, Recio; Juanpi (Cop, 55'), Duda, Horta (Tighadouini, 75'); Charles.

Villarreal CF: Areola; Rukavina, Mario, Bailly, Jokic; Samuel, Pina (Bruno, 63'), J. Dos Santos (Trigueros, 68'), Denis Suárez; Adrián (Nahuel, 8'), Leo Baptistao.

Goles: 0-1, Tissone pp. (70')

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Mostró amarilla a Jonathan Dos Santos, Recio, Boka y Jokic.

Incidencias: Partido disputado en el Estadio de La Rosaleda ante 18.647 espectadores.