Nada que reprochar; mucho que lamentar
Al Sporting se le escapa un merecido punto ante el Valencia en el tiempo de descuento
Gijón
Abelardo se llevaba las manos a la cabeza. Alguno de los defensas rojiblancos levantaba el brazo y se giraba hacia el juez de línea esperando un milagro. Unos cuantos aficionados saltaron como un resorte y abandonaron El Molinón con cara de pocos amigos. Nadie podía creerse que, después de tanto trabajo, de tan buen partido, el Sporting se fuera de vacío. Pero ese gol de Paco Alcácer en el descuento echaba por la borda lo sucedido en los 90 minutos anteriores.
La decepción por el resultado final es lógica y hasta obligada, pero eso no debe empañar la labor del equipo de Abelardo. El Sporting tuteó y puso contra las cuerdas a un rival de Champions. En los primeros minutos, dio un recital de calidad, de hambre y de fútbol. Defendió su portería sin apenas fisuras (salvo la que generó el postrero gol de Piatti) y generó ocasiones suficientes para marcar más de un gol. Ese fue el lunar; que no lo hizo. Y el que perdona lo paga. Pero si el que da todo lo que tiene no está obligado a más, el Sporting cumplió más que de sobra con su obligación. Se dejó en el campo todo lo que tiene. Lo que no dio fue, sencillamente, porque le falta. Ante eso, nada que reprochar.
Los primeros minutos fueron una exhibición. Jony, desde fuera del área, obligó a volar a Jaume para enviar el balón a córner. El Sporting hizo que el tercer portero del Valencia fuera el gran protagonista del partido. Volvió a salvar al Valencia minutos después, tras una espectacular combinación entre Halilovic y Sanabria. Y, sobre todo, en la segunda mitad, ante una triple ocasión del Sporting.
Reacción valencianista
- FICHA TÉCNICA
Como es lógico, el Valencia tuvo sus momentos de dominio del partido. Aliviado por no haber encajado gol en los primeros minutos, mejoró en la fase final de la primera parte y encerró al Sporting al comienzo de la segunda. Piatti se mostró incisivo por la izquierda y el mediocampo valencianista acabó superando al rojiblanco cambiando la dinámica del inicio del partido. El árbitro, que acertó al no señalar penalti sobre Parejo en la primera mitad, tomó una decisión más comprometida al no señalar otro sobre Negredo en la segunda.
Con todo, el Sporting tuvo sus ocasiones para marcar. Pero le volvió a faltar pólvora. Al margen de la triple ocasión en la que brilló Jaume, Guerrero y Pablo Pérez perdonaron en dos jugadas en las que no se debe perdonar.
El resultado final fue un mazazo, pero a nadie debe olvidársele que un equipo de Champions sufrió lo indecible para ganar a otro en el que ningún futbolista jugaba en Primera División la pasada temporada. Este Sporting sigue compitiendo con cualquier rival, y eso es lo positivo. Las lamentaciones pasan por la falta de puntería y por el desajuste final, pero eso no empaña el buen hacer de un equipo que sólo genera orgullo.
Abelardo tras el Sporting 0 - Valencia 1
08:08
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David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...