“César y Cleopatra”, poder y seducción de una pareja única en la historia
Interpretada por Ángela Molina y Emilio Gutiérrez Caba, se representa hasta el domingo en el Teatro Romano con la dirección de Magüi Mira
Ángela Molina, Emilio Gutiérrez Caba y Marcial Álvarez durante la representación de "César y Cleopatra" en el Teatro Romano de Mérida. / Jero Morales (EFE)
Mérida
Tercer estreno absoluto del Festival y toda una historia de poder y seducción que el equipo define como fiesta de los sentidos cargada de humor, emoción y música. Cuatro actores, Ángela Molina, Emilio Gutiérrez Caba, Marcial Alvarez y Lucía Jiménez se desdoblarán en César y Cleopatra, dos personajes históricos desde dos dimensiones diferentes, la real y la eterna y desde dos edades o tiempos distintos como son la madurez y la juventud. La obra se estrenaba este miércoles y se representará hasta el domingo.
De esas dimensiones hablaba precisamente en la presentación Ángela Molina: “En esa eternidad de Cleopatra descubro mis defectos. Siempre seguimos aprendiendo de ellos”.
Dos amantes y gobernantes se reencuentran desde este miércoles y hasta el domingo en Mérida y desde la eternidad para ironizar, recordar y debatir sobre lo que vivieron y han visto en el mundo desde el día de su muerte.
Lucía Jiménez, en una escena interpretando a la Cleopatra joven. / Jero Morales
Lucía Jiménez, en una escena interpretando a la Cleopatra joven. / Jero Morales
Lucía Jiménez se estrena en el Festival de Mérida; Ángela Molina ya lo hizo en 2002 con "Troya, siglo XXI". Emilio Gutiérrez Caba, por su parte, actuó en Mérida en 2004 con "Orestiada" y al año siguiente repitió con "A Electra le sienta bien el luto". Este fue galardonado en 2013 con el Premio Ceres 2013 como Mejor Actor por "Poder absoluto". Gutiérrez Caba ha aprovechado su intervención para criticar la "indecencia de la modernidad" y el mundo actual "de drones y ladrones". Asimismo, ha pedido que Europa se "fije más en el sur".
El texto lo firma Emilio Hernández, la dirección corre a cargo de Magüi Mira, que define así el montaje: como una fusión, un éxtasis entre dos personajes únicos en la historia; una fusión “no sólo intelectual, sino también sexual”.
