Arqueólogos bajo el sol

Cuenca

Los trabajos arqueológicos en Noheda se centran este verano en la sala anterior al “triclinium” de la villa, una estancia en la que están apareciendo restos escultóricos que siguen confirmando la importancia del yacimiento. Las labores se realizan con alumnos de Humanidades llegados de distintas universidades españolas y con los estudiantes “senior” de la Universidad de Mayores ‘José Saramago’ de Cuenca. “Les estamos enseñando cuál es el proceso de excavación, la documentación arqueológica, la planimetría y todos los métodos y técnicas”, explica el director de las excavaciones, Miguel Ángel Valero. “Además les enseñamos a clasificar y entender los tipos cerámicos y los elementos óseos, de tal manera que también sean capaces de interpretar lo excavado”.

Los trabajos actuales están aportando información sobre el uso de la sala anterior al ‘triclinium’ a partir del siglo IV d. C. “Después de la fase monumental del imperio tardo-romano, ya en el siglo VI, hay una compartimentación de la estancia y un reaprovechamiento, con un régimen económico más autárquico”, comenta Valero. “Imaginamos que los nuevos habitantes de la villa reaprovecharon el espacio para un uso fundamentalmente industrial y agrícola”.

El mosaico de Noheda se encuentra en el municipio conquense de Villar de Domingo García y, desde hace diez años, está aportando importantes descubriendo del imperio tardo-romano en el centro de la península ibérica. Más allá de las labores arqueológicas, la Diputación de Cuenca contempla su puesta en valor como recurso turístico de la provincia y, en la actualidad, se trabaja también en la estructura que habilitará la visita al mosaico.