“Mi único delito es ser gay”
Con mucho miedo. Así ha definido su situación Henry en la SER, entrevistado en La Ventana de Extremadura. El joven nigeriano que no fue deportado "in extremis" cuenta su historia
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Mérida
Henry lleva en España desde el año 2007, hace ya ocho años. Actualmente vive en la localidad de Alcántara junto a su pareja, Carlos Mateo.
El pasado jueves se dictaba la paralización de su deportación a Nigeria. Esto llegó gracias a las gestiones de las delegaciones del Gobierno de Madrid y Extremadura y a la Junta.
Según ha contado la Fundación Triángulo, Henry cuenta a partir de ahora con seis meses para solucionar su situación. Por el momento se ha intentado regularizar su situación por matrimonio y por arraigo, aseguran que falta el certificado de penales, un documento que no facilitan.
Acompañado por su pareja y por el presidente estatal de la Fundación Triángulo, José María Núñez, Henry ha relatado cómo ha estado a punto de ser devuelto a su país por no disponer de "una apostilla" que le permitiría iniciar el proceso de residencia legal en España por arraigo, o bien por matrimonio.
A juicio de Núñez, Henry ha estado a punto de regresar a su país por la desidia y la falta de diligencia del consulado español en Laos (Nigeria), al parecer, por no permitir a la madre de Henry ostentar la representación de éste para realizar los trámites necesarios, entre ellos el apostillado de los documentos de Fe de Vida y antecedentes penales. De hecho, han relatado que a pesar de que los trámites se han realizado en castellano, "el consulado español nos han respondido en inglés".
Según a contado Núñez querían que Henry fuera a Nigeria realizar los papeles cuando saben que si va, no puede volver a España”.
Nigeria es un país donde ser homosexual está penado con la muerte. Henry ha contado que muchos amigos suyos han muerto por ser homosexuales. Ha incidido en que en su país personas como él no pueden vivir su vida.
El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que esta mañana ha recibido a Henry, ha agradecido el esfuerzo realizado por la delegada del Gobierno en Madrid y la subdelegada del Gobierno en Cáceres para evitar la deportación. No obstante, ha lamentado que este sea un país de padrino para preguntarse después qué hubiera ocurrido si este chico no hubiera tenido la ayuda de la Fundación Triángulo.
