El telón se levanta en Olmedo

Valladolid

La villa vallisoletana acoge por décimo año un certamen modesto en presupuesto y medios pero con ambición de mantenerse como una de las referencias de circuito del teatro clásico en nuestro país. Su codirector, Germán Vega prefiere este modelo a otros y, así, explica que no buscan comparaciones con otros certámenes "como el de Almagro", y señala que no cuentan con los mismos recursos para afrontar una programación más ambiciosa.

Quince montajes, unas jornadas abiertas al debate sobre el teatro clásico y una novedad, "De aperitivo un clásico", una nueva sección que permitirá al público compartir el vermú con actores y directores tras asistir a las representaciones programadas para las mañanas del domingo.

Apuesta por las iniciativas culturales

Vega ha destacado que, pese a las dificultades económicas, el festival ha sido fiel a su cita y ha manifestado su "orgullo" ante el hecho de haber podido mantener la financiación para llevarlo a cabo. Ha añadido que el "problema" de las iniciativas culturales es que "son difíciles de construir y muy fáciles de destruir".

Desde Maquiavelo a Shahespeare, pasando por Lope o Fernando de Rojas, la cita con el teatro clásico está estos días en la villa del Caballero.