Una historia de la mujer en La Raya Hispano-Portuguesa
La exposición se puede ver en el Museo Etnográfico González Santana hasta el 13 de septiembre
Mérida
“Gentes y pueblos de ambos lados de este difuso límite han aprendido a convivir a lo largo de los siglos, estableciéndose relaciones de complementariedad e interdependencia en las que las mujeres han desempeñado un importantísimo papel”, así describe la organización de la muestra el porqué de esta exposición.
Pretende ser un estímulo para dar a conocer esta “labor silenciosa a lo largo de la frontera entre España y Portugal”. La exposición se articula en cinco secciones introducidas por paneles explicativos y con fotografías y piezas del Museo relacionadas con cada área temática.
En el apartado producción de alimentos se muestra cómo en la sociedad prehistórica, más igualitaria que la actual, las mujeres cazaban, pescaban, cultivaban, recolectaban, molían el grano, y organizaban actividades diarias de limpieza, alimentación y cuidado de individuos pequeños, mayores o enfermos al tiempo que enseñaban a sus hijos los valores del grupo y estrategias para sobrevivir, siendo un pilar básico en el proceso de socialización.
En elaboración de alimentos se analiza cómo, además de su presencia ancestral en la cocina, las mujeres de la Raya han desempeñado simultáneamente otras labores productivas como ordeñar vacas, ovejas o cabras, empleando su leche para hacer quesos, para consumo propio o para su venta. Es indiscutible su protagonismo en la matanza del cerdo, sección en la que se rescatan algunas adivinhas (adivinanzas), así como en otros oficios populares como el de churrera.
La confección y cuidado de la ropa, otro tradicional quehacer femenino, se ilustra con instrumentos de corte y confección (tijeras, agujas, alfileteros), de lavandería, de planchado, de encaje de bolillos y de bordados, actividades que si se hacían para fuera, suponían un complemento a la economía doméstica.
Las profesiones liberales relacionadas con la mujer, como las de telefonista, niñera, dependienta, enfermera, maestra o encargada de fonda o pensión, ejercida por solteras o viudas, fueron apareciendo tímidamente desde entre finales del siglo XIX y a lo largo del XX.
En otras labores se destaca la presencia femenina en el contrabando, la alfarería o la sanación. Se rescatan en este apartado algunas técnicas para evitar el alunamiento y quebranto. La muestra permanecerá abierta hasta el 13 de septiembre de 2015