“La bahía donostiarra sería como la guardería de peces”
Jokin Gilisagasti ha acudido al Hoy por Hoy Gipuzkoa para contar los problemas de suciedad de la bahía donostiarra llena de crías de pez
San Sebastián
Jokin Gilisagasti tiene un trabajo que puede que sea desconocido por la gran mayoría de donostiarras. Sin embargo, seguramente muchos hayan visto el resultado del mismo. Jokin trabaja para el Aquarium y es el encargado de pescar los peces que se encuentran en este Museo, además de recoger algas de la bahía para que puedan comer. Pero en esta última semana ha querido poner en el foco de la actualidad un fenómeno que lleva tiempo produciéndose, pero que en este año ha aumentado considerablemente. Y es que cuando este pescador recogía algas en la bahía se encontró con una cantidad ingente de plásticos.
Gilisagasti explica que en la bahía donostiarra tenemos prácticamente de todo porque es una zona de crianza, “entra cantidad de pez pequeño que luego va creciendo y ya sale a la mar”. Podemos tener todo tipo de peces desde salmonetes a lubinas, “cualquier pez que podamos ver en la pescadería habitualmente lo podemos encontrar en la bahía”. Este pescador del Aquarium apunta que la bahía donostiarra sería como la guardería de peces. Así, destaca que es tan peligrosa la aparición de estos plásticos, porque cuando se hacen pequeños los peces los tragan y pueden morir.
Asimismo, explica que en este último año “en vez de estar levantando, por ejemplo las algas, que son tu objetivo, pues te encuentras que viene mezclada con una cantidad ingente de plásticos de todos los tipos”. Desde bolsas hasta envoltorios de comida, un auténtico popurrí de plásticos. Gilisagasti reconoce que “es bastante preocupante, da bastante impresión ver eso”. Aun así, apunta que porque todo este plástico aparezca en la bahía no hay que echarle la culpa a la población de San Sebastián, sino que es un problema global, porque “estos plásticos vete tú a saber de dónde vienen.” Asimismo, señala que un plástico que está a 5 kilómetros de la costa puede caer perfectamente con las lluvias a los ríos, que lo echan al mar. “Es muy importante que tengamos la conciencia de no tirar ni un plástico al suelo estés donde estés”, destaca.
En todos estos años lo más impactante que le ha sucedido es cuando en la bahía entran mamíferos, como cuando entró una cría de ballena o delfines. En estas fechas lo que suele hacer es coger un determinado tipo de alga, porque luego sirve todo el año para dar de comer a ciertas especies. El resto de capturas las realiza fuera de la bahía, ya que recuerda que de manera profesional está prohibido pescar en esta zona, aunque las embarcaciones deportivas sí que pueden en una cantidad determinada.