¿Cuánto le cuesta a un ganadero producir un litro de leche?

Santiago de Compostela

¿Sabemos exactamente cuánto le cuesta a un ganadero gallego producir un litro de leche?; ¿ Cuánto trabajo, cuánto tiempo, cuánto dinero.? ¿Qué hay detràs de ese cartòn de leche que compramos en el supermercado por menos de 1 euro? Son preguntas que se hacen los productores gallegos y la Conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, que se traen entre manos un proyecto para fomentar y potenciar la venta de leche producida en Galicia mediante un programa organizado de vistas a granjas.

 Ante las dificultades para obligar a la industria y a la distribución a que le paguen un precio justo a los ganaderos, recojan toda la leche y cumplan con los contratos, la administración cree que pueden ser los consumidores los que le echen un cabo al sector lácteo que siempre está en crisis por su parte más débil, la de los productores.

La idea es que los consumidores visiten las granjas lecheras para que cuando acudan a su tienda o al supermercado a comprar el brick de leche se decidan sin dudarlo por una marca 100% gallega sin importale el precio pero si la calidad. En ese momento se acordaran de todo lo que vieron en la granja, de como es el proceso de producción , sabrán lo que cuesta elaborar un litro de leche y se darán cuenta tambien de quién se lleva la mayor parte del dinero que estan pagando. Los ganaderos no. La consellería de Medio Rural ya se va a poner en contacto con las asociaciones de consumidores para organizar las vistas.

Habrá que ver si como consecuencia de las visitas se produce un repunte de la venta de leche gallega y sobre todo, si los beneficios redundan en una mejora de la situación económica las las granjas y de los ganaderos. No estaría de más que las primeros en visitar las granjas fueran los responsables de las industrias que transforman la lecha y de las empresas distribuidoras. A lo mejor así se deciáin a pagar un precio justo a los ganaderos. De no ser así, siempre queda la posibilidad de aprovechar el programa de visitas a las granjas para potenciar un nuevo "turismo lácteo", que no están los tiempos para tirar nada.