La justicia ordena al CIE de Aluche que permita usar el móvil a los internos
Un auto del juzgado de instrucción nº 6 de Madrid obliga al Centro a permitir el uso de teléfonos móviles a los internos durante cuatro horas al día
Madrid
Nuevo tirón de orejas de la justicia al Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche: en un auto firmado el pasado 26 de junio, el juzgado de control exige a la Policía Nacional que permita a los internos el uso de teléfonos móviles durante al menos cuatro horas al día. En su resolución, el magistrado Ramiro García declara probado que la Dirección del centro "prohíbe a internos e internas el uso de los teléfonos móviles, los cuales les son retirados y guardados, sin que puedan usarlos para realizar llamadas".
Para el magistrado, no existe ningún impedimento a que los internos de un CIE puedan utilizar los teléfonos móviles, apuntando a ejemplos como Barcelona o Murcia: "Ni la ley vigente ni el reglamento contienen "la más mínima prohibición" a este respecto, añadiendo que "desde luego los internos únicamente están privados de su libertad deambulatoria" y que "bajo ningún concepto el principio de racionalidad permite calificar a los teléfonos móviles como objetos peligrosos".
Por todas estas razones, el juez insta al CIE de Aluche a garantizar que los internos puedan usar los teléfonos móviles y sus cargadores durante al menos cuatro horas diarias "a fin no sólo de poder comunicarse libremente mediante el envío de llamadas, sino que dentro del mismo horario puedan ser recibidas del exterior".
El auto incide en lo ilegal de esta prohibición: "Carece de la más mínima cobertura legal y por lo tanto jurídicamente ha de calificarse como prohibición arbitraria". Ordena además que su resolución sea puesta en conocimiento de todos los internos para que puedan usar libremente sus teléfonos.
El CIE más polémico
No es la primera vez en que la justicia se ve obligada a dar un toque de atención al CIE de Aluche para que respete los derechos de los internos: a finales del año pasado ya emitió un auto en el que señalaba que el Centro había violado los derechos fundamentales de los internos habían sido violados durante la crisis del Ébola, acusando a la Policía de comportarse con una arbitrariedad "inadmisible" e "innecesaria". Un mes antes, un vídeo destapado por la Cadena SER mostraba cómo varios agentes de policía golpeaban a un interno.