Esta vez sí fue valiente
Nuno Espirito Santo terminó el partido ante el Celta defendiendo con tres y apostando por la sociedad Alcácer-Negredo arriba
Valencia's Portuguese coach Nuno Espirito Santo shouts during the Spanish league football match Valencia CF vs RC Celta de Vigo at the Mestalla stadium in Valencia on May 17, 2015. AFP PHOTO / JOSE JORDAN / JOSE JORDAN (AFP)
Valencia
En otras ocasiones -la más reciente en Can Barça- un sector del entorno le ha achacado al técnico del Valencia su incapacidad para salirse del corsé, para emplear un libro de estilo diferente del previsto inicialmente cuando los partidos se le han puesto cuesta arriba. Más de una tarde hemos criticado a Nuno por realizar el clásico cambio hombre por hombre. Hasta en catorce veces, Negredo entró por Alcácer o viceversa. Anoche no. Arriesgó ante el Celta como no lo había hecho antes. Lamentablemente, sin premio.
La lesión de André Gomes, que estaba siendo MVP, supuso un serio contratiempo. Como recambio, tenía dos opciones: Enzo o De Paul. Es cierto que con 0-1 quizá la entrada del mediapunta argentino hubiera proporcionado al equipo un sello más ofensivo, pero también lo es que la circulación de balón de Celta en la medular exigía un pulmón que trabajara en el achique y la presión para recuperar la posesión del esférico.
El equipo inició la segunda mitad más enchufado que la primera. Parejo y Enzo casi se lesionan entre ellos pugnando por un balón dividido frente al banquillo del Valencia. Pero no llegaba el gol. Nuno consideró que para remontar debía revolucionar el partido metiendo un futbolista que se moviera entre líneas. De Paul cumplía a la perfección con ese perfil. Para darle entrada, hubiera sido imprudente quitar a Javi Fuego, salvaguarda permanente para dibujar coberturas de manual en las peligrosas contras que Khron-Delhi lanzaba para Orellana y Nolito. Entre Feghouli y Piatti, quitó al argentino. Lógico. Sosó desbordaba mucho más y siempre fue superior en su batalla individual con Jonny.
La entrada de Negredo supuso la quema definitiva de las naves. Delantero por central. Álvaro por Mustafi. El Valencia pasó a defensa de tres, aunque Javi Fuego acentuó las vigilancias. Aumentaron los espacios y el partido se convirtió en un ida y vuelta frenético en el que pudo ganar cualquiera, que era lo que pretendía Nuno para tratar de remontar. Aunque el Celta tuvo varias opciones en rápidas transiciones ofensivas, Alcácer pudo haber marcado el 2-1 con un remate mordido a la mediavuelta prácticamente sobre la campana. Nadie puede negarle esta vez al entrenador portugués que no arriesgara. Fue valiente, pero se quedó a medias. Almería dictará sentencia.
