Un punto de Primera

Eibar

No es un botín escandaloso. Pero algo es algo. Sobre todo teniendo en cuenta de donde venía el Eibar. Es un punto para la esperanza. Porque sirve para sumar en casa de un rival directo en la lucha por la permanencia. Y, sobre todo, porque pone fin a un pésima racha de ocho derrotas seguidas. Durante la semana se había hablado en el entorno, por activa y por pasiva, de romper como fuera en Granada esa dinámica negativa. Incluso un empate podía ser bueno, para hacer borrón y cuenta nueva, empezar de cero a crecer de nuevo para buscar el objetivo de la salvación. Y ese objetivo se ha cumplido con un empate sin goles, pobre en juego, pero pleno de intensidad, en el que sobre todo en la segunda parte ha estado cerca, incluso, de la victoria con tres remates de Eneko Boveda.

Tampoco hay que olvidar que el partido para el Eibar ha estado completamente condicionado por las lesiones. Ha comenzado pronto con la lesión de Raúl Navas, que dejaba muy tocado al equipo en defensa, porque ante la ausencia de Ekiza, Garitano tenía que sacar a Javi Lara al césped y reubicar a Abraham de lateral para pasar a jugar con Lillo y Añibarro de centrales. Después, ya en la segunda parte, Abraham volvía a caer lesionado y tenía que ser sustituído por Didac Vila. Y por si todo esto fuera poco, el Eibar ha tenido que terminar el partido con un jugador menos porque Manu del Moral ha sufrido calambres y no ha podido ni concluir el encuentro. Con todo, lo más grave parece lo de Raúl Navas, que puede sufrir una pequeña rotura de fibras. Baja sensible, teniendo que el andaluz cedido por la Real estaba siendo el mejor central en las últimas jornadas.

Con todo, y pese a todas las piedras que ha encontrado en el camino, el Eibar regresa a casa con un punto muy trabajado, que le permite sumar 28 puntos y coger un poco de aíre y moral, tras los negativos últimos resultados. Un punto que se ha limitado a defender con uñas y dientes en la primera parte, en la que su presencia en ataque ha brillado por su ausencia, aunque el Granada tampoco ha tenido ninguna ocasión clara. Eso sí, a pesar de tener que reajustar el equipo, el Eibar se ha mostraod ordenado y serio, dejando muy pocas opciones para jugar al equipo granadino.

Ya en la segunda parte, el conjunto armero ha estirado un poco las lineas y le ha empezado a discutir algo la posesión al Granada, que ha tenido algún acercamiento con relativo peligro a la portería de Jaime, como el remate flojito de Córdoba que se marchó rozando el poste de la portería armera. Pero quien si tuvo en gol en sus botas, y su cabeza, fue Eneko Bóveda. El Eibar protagonizó las tres mejores ocasiones de gol de la segunda parte, y en las tres estuvo el bravo lateral derecho vizcaíno, que obligó en varias ocasiones ha estirarse al irundarra Oier Olazabal, que realizó intervenciones de mucho mérito. Al menos, se logra un punto en Granada que sirve para recobrar la esperanza en este Eibar de Primera.