El Supremo anula el dragado del Guadalquivir

Sevilla

El Supremo declara contrario a derecho el Plan Hidrológico del Guadalquivir en cuanto al dragado del río. Un dragado que, según el Supremo, no puede considerarse una medida complementaria a ese plan por su propia naturaleza. Es dragado es una obra, no una medida complementaria. El dragado, señala el Alto Tribunal, no pretende alcanzar unos objetivos medioambientales. Es una obra que persigue que naveguen por el canal embarcaciones de mayor calado, porque eso puede ser beneficioso desde el punto de vista económico. En definitiva, la sentencia deja claro que sólo puede haber un dragado si se hace un nuevo proyecto.

Son pocos los lugares que gozan de una protección medioambiental superior al Parque de Doñana, explica el Tribunal. Y los riesgos que comporta la actuación del dragado, cuya necesidad no está ni explicada ni justificada en el Plan Hidrológico; esos riesgos, se ponen de manifiesto en un informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas y en el Dictamen de la Comisión Científica.

El dictamen, que no aparece en el expediente administrativo, dice que dado que "la situación actual del dragado se ha demostrado incompatible con la conservación del estuario y por lo tanto de Doñana, recomendamos que se destime definitivamente el dragado de profundización y que de mantener la Autoridad Portuaria su voluntad de realizarlo, inicie un nuevo procedimiento de Expediente de Impacto Ambiental, una vez que hayan mejorado las condiciones del estuario del Guadalquivir".

Cuando una actuación como el dragado comporta o pueda comportar un empeoramiento de las masas de aguas han de justificarse en el plan los motivos de esas alteraciones. Y eso no se ha hecho, según la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo.