Bilbao abre su nueva sala de alcaldes

La casa consistorial estrena espacio. En en vestíbulo principal, en un lateral de las escalinatas, se ha abierto la 'Sala de alcaldes', con 100 metros cuadrados. De sus paredes cuelgan algunos de los alcaldes de la villa, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Están ordenados cronológicamente y se diferencian cinco etapas históricas, con una breve descripción "académica" de cada una de ellas, según ha matizado el alcalde Areso en el acto de apertura, porque "la historia de Bilbao será mejor o peor, pero es la historia de Bilbao". De esta forma, ha recordado el primer edil se cumple con el mandato del pleno que, hace un año, ordenó retirar de la planta de honor del Ayuntamiento los cuadros de los regidores franquistas y "moverlos" a un nuevo emplazamiento en el que PNV y PSE acordaron "contextualizar" quién fue cada uno de ellos, una postura que rechazó Bildu -promotor de la iniciativa- por entender que "deberían haberse retirado no movido". En el espacio hay también un ordenador en el que, quien lo desee, puede buscar más información.

La sala es un museo de la villa porque los retratos de los políticos se completan con una serie de elementos que describen la vida municipal. En una vitrina a la entrada se puede ver el último vestigio arquitectónico que queda de la antigua casa consistorial de San Antón, un morillón de madera de roble. Hay un registro de alcaldes con grabados del escudo de Bilbao, una máquina de escribir americana en la que se redactaban las actas, una urna de madera o una caja de caudales. A estos elementos se incorporarán las memorias manuscritas de Ernesto Ercoreca, que hoy ha entregado uno de sus biznietos.

Durante la visita, el momento más esperado ha sido ver el retrato del difunto Iñaki Azkuna, obra del pintor Javier Riaño, amigo personal del regidor porque trabajó durante 12 años en el Ayuntamiento. Es un busto de medio cuerpo, en el que Azkuna aparece con las manos juntas, y la mirada seria y firme. "Es absolutamente él", ha exclamado Areso al verlo, "lo reconozco con el recuerdo que tengo de él y es una obra magnífica", ha felicitado al autor. Entrevistado en 'Hoy por Hoy' Bilbao Riaño ha explicado que renunció al fondo porque era algo retórico y quería dar "protagonismo" a la persona. Cuenta que Azkuna era "pudoroso con la imagen" y que no lo vio terminado aunque conservó uno de los bocetos. El hecho de que fueran conocidos facilitó su tarea y cree que acertó con el gesto elegido. Por cierto, ha cobrado "6000 euros brutos" por la pieza.

Al acto no ha asistido ningún representante de EH Bildu por entender que la sala "choca" con el "acuerdo histórico" que se cerró en el pleno, al pactar retirar las más de 3000 condecoraciones de la etapa franquista. "Es el principio del fin de los últimos vestigios del franquismo en Bilbao", se ha felicitado su portavoz. Los historiadores de la UPV entregarán en breve el informe "con perspectiva histórica" sobre esas medallas y honores y corresponderá a la corporación restablecerlas, "nosotros solo vamos a informar", han explicado. Han recibido además el encarga de revisar el callejero, para cumplir así íntegramente con lo establecido por la Ley de Memoria Historia y romper, definitivamente, con el franquismo.