El estadio de nunca acabar
Se cumplen seis años desde que se detuvieron las obras en el nuevo estadio. Desde entonces ha habido muchas promesas para reanudarlas, pero hechos todavía ninguno
Valencia
El 25 de febrero de 2009, la falta de liquidez en las arcas del Valencia CF hizo inevitable la detención indefinida de las obras de construcción del nuevo estadio. Una semana antes, el entonces presidente del club, Vicente Soriano, y los directores generales de Fomento de Construcciones y Contratas, Teodoro Velázquez, y del grupo Bertolín, Ricardo Bono, habían firmado un documento oficial de paralización total de las obras por la falta de pago. Desde entonces ya son seis años sin que por allí haya habido ningún movimiento. Intenciones a través de declaraciones públicas ha habido muchas, pero a todas esas palabras de momento se las ha llevado el viento.
Conviene recordar que los plazos de finalización de las obras ya se iban aventurando incluso antes de que se mostrase ni tan siquiera la maqueta del nuevo estadio. El primero y más grandilocuente en hacerlo fue el artífice de su proyecto. Juan Soler, en octubre de 2006, se atrevía a decir “es impresionante. Cuando la gente lo vea, por mucho que se haga una idea, ésta se quedará corta. Será un referente en Europa durante 25 años. Antes de final de año pediremos la licencia de obras y esperamos tenerla en febrero o marzo . En abril pondremos la primera piedra y las obras de construcción durarán dos años. En marzo o abril de 2009 estará el estadio acabado y tendremos tiempo de sobra para acoplar y reubicar a la gente antes de que comience la nueva temporada. Nos salen perfectamente las cuentas. Vamos a tener el mejor estadio de Europa y nos va a sobrar dinero”, señaló el constructor.
Un mes después se celebraba con pompa y oropel la presentación de la tan esperada maqueta . Ante más de 1.200 invitados y bajo el marco de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el diseño del futuro estadio valencianista veía la luz. La Orquesta Municipal de Valencia, una de las grandes protagonistas de la velada junto a la maqueta y a las múltiples personalidades, dio paso al descubrimiento del proyecto interpretando un original himno doble: primero, el del Valencia CF, que luego fue fundiéndose poco a poco con el Regional. Después, el apogeo: Juan Soler, acompañado por Rita Barberá y Francesc Camps, daban a conocer la forma del nuevo coliseo.
La primera piedra se colocaba el 1 de agosto de 2007. Las obras duraron año y medio. Y durante ese año y medio continuó la palabrería vana de los dirigentes valencianistas. Si antes era Soler, ahora le tocaba a Soriano. La venta de las parcelas del viejo Mestalla garantizaba la conclusión del proyecto que estaba en marcha. Aquel "lo hemos conseguido" de la Junta de Accionistas del 17 de noviembre de 2008 quedará en la historia institucional del club.
Y no le va a la zaga el famoso "està tot embastat" de pocos días después.
Durante ese año y medio de construcción, los dos presidentes en cuestión, Soler y Soriano, se iban montando sus propios castillos en el aire. En 2007 Soler presenta candidatura para que el nuevo estadio pudiera albergar la final de Champions de 2011, que se terminó celebrando en el nuevo estadio, pero de Wembley. Soriano en 2009 solicita la celebración de la Final de la Copa del Rey en Mestalla como despedida para el estadio y como conmemoración del 90 aniversario del club . Curiosamente, con posterioridad se han disputado otras dos finales más en él, las de 2011 y 2014.
Las palabras volátiles han seguido persiguiendo a los presidentes sucesivos. Por ejemplo, Manuel Llorente, en diciembre de 2011, decía esto al anunciar la operación Newcoval, con la que Bankia compraba el viejo Mestalla, la edificabilidad del nuevo Mestalla y la Ciudad Deportiva de Paterna, y a cambio el Valencia se quedaba con la mitad de la deuda, con el campo nuevo acabado y en propiedad, y la Ciudad Deportiva nueva en Porxinos acabada y en propiedad.
Y tras Llorente, Salvo. El actual presidente ejecutivo del club, a los pocos meses de aterrizar en el máximo cargo de gobierno, en concreto en la Junta General de diciembre de 2013, ya empezaba a hacer gala de esa grandilocuencia que le ha caracterizado en todo momento. Según Amadeo, su departamento de marketing había conseguido convencer a varios de los mayores operadores de estadio del mundo para reanudar las obras y finalizar la construcción.
Y de Junta a Junta y tiro porque me toca. Un año después, en la última celebrada en diciembre de 2014, ya habló de la fecha que últimamente está en boca de todos. Este es el último plazo que nos están vendiendo: las obras se reanudarán a finales de 2016 o principios de 2017.
Al respecto, la Alcaldesa Rita Barberá, la semana pasada, al anunciar el acuerdo alcanzado con el Valencia CF en el calendario de pagos de los 23,3 millones de euros que el club le debe al consistorio por la parcela municipal del nuevo estadio, habla de reiniciar las obras de manera "inmediata".
Y tan inmediata debe ser porque según el proyecto de negocio de Peter Lim, el nuevo estadio estará acabado para el inicio de la temporada 2017-18. Y si tenemos en cuenta que las obras que todavía faltan por realizar podrían necesitar entre año y medio y dos años hasta su culminación, no valdría ni de lejos la fecha que tiene en mente Amadeo Salvo, sino que estaríamos hablando de que como muy tarde a finales de este año 2015 deberían volver a entrar las grúas y los camiones para que el proyecto Lim cumpla sus plazos.
Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"