Bilbao lidera un proyecto europeo para descontaminar suelos industriales
La Alhóndiga ha acogido la puesta de largo de un proyecto en red junto con Trieste y Seixal que han recibido 1,3 millones de euros de la Unión Europea
El pasado industrial sigue pesando y condicionando los nuevos desarrollos urbanos. En Bilbao, pero también en Euskadi, donde un 16,5% del suelo está parado por ese lastre del pasado a la espera de concretar su recuperación. Ante este problema Bilbao ha dado un paso al frente y lidera, junto con la ciudad italiana de Trieste y la portuguesa Seixal, un proyecto financiado al cien por cien por la Unión Europea para investigar desarrollos tecnológicos que permitan descontaminar estos terrenos. Se trata del proyecto Brodise y está dotado de 1,3 millones de euros.
"Es un proyecto en red", ha destacado en el acto de lanzamiento del mismo el concejal delegado del área de Obras y Servicios, Jose Luis Sabas. Cada ciudad, además, suma sus propios socios, en el caso de Bilbao cuenta con el centro tecnológico Tecnalia y la oficina de lucha contra el cambio climático BC3. "En un momento de recursos económicos mermados", ha explicado Sabas, se ha aplicado un procedimiento de gestión y financiación "innovador" que abre el camino para que las instituciones locales desarrollen "una nueva modalidad de contratación". En ese sentido, se constituirán en un consorcio de compradores públicos "que tenga en cuenta las necesidades de cada uno" y también se va analizar la viabilidad de lanzar una compra conjunta. El trabajo se prolongará durante 20 meses y el objetivo es conseguir la patente que sitúe a estas ciudades como líderes en innovación.
El Ayuntamiento de Bilbao se planteó este proyecto ante la necesidad de descontaminar Zorrozaurre, un entorno degradado y que aspira a convertirse en la nueva zona de expansión. Es un caso complejo, además, porque la tipología de contaminación es muy diversa y presenta una "multipropiedad absoluta" tanto pública como privada. Por eso se marca un triple reto. El tratamiento de las tierras tendría que hacerse sin moverlas, lograr una descontaminación conjunta y que, al mismo tiempo, pueda responder a esas diferentes tipologías. Con todo, Zorrozaurre "se convertirá en un laboratorio urbano" que "verá reforzada su viabilidad y su potencial carácter tractor de la ciudad".