Los sindicatos al rescate de Toña

Bilbao

El destino de Angel Toña está en manos de la comisión de Etica del Gobierno, que debe decidir si es compatible ser consejero de empleo con haber sido inhabilitado como administrador concursal. Su delito: cambiar el orden de los pagos en la liquidación de un concurso: pagar primero a los trabajadores y postergar la deuda con la Seguridad Social.

Un día después del estallido de la crisis, el nuevo consejero parece haber superado lo peor. Salvó el primer round. Urkullu no le ha cesado pese a haberse enterado por la prensa. Y después, los sindicatos, los cuatro principales a una, han salido en su apoyo, por defender a los trabajadores de la ley concursal. Apoyo sindical que contrasta con la petición de responsabilidades por parte de UPyD, PP y EH Bildu. La disonancia entre EH Bildu y LAB fue muy comentada.

Pero, sea injusta, mercantil que no penal, ahí está la sentencia que inhabilita a Toña. Su futuro sigue manos de la comisión ética, aunque lo han despejado, quien lo iba a decir, los sindicatos. Nunca un consejero estuvo antes en la cuerda floja; nunca uno de trabajo tuvo tanto respaldo sindical.