Autoderrota en Riazor

San Sebastián

La historia se repite para el Eibar. La misma historia que en las tres jornadas anteriores en las que tampoco conoció la victoria. Desde que Raúl Albentosa se marchara al Derbi County, la seguridad defensiva del equipo armero parece haberse esfumado. Así casi pierde en Córdoba, así perdió el igualado derbi de Anoeta, y así se le acabaron las opciones de meter mano al vigente campeón en Ipurua. Y así perdió ayer en Riazor. Dos errores fatales en defensa, dos goles del Deportivo. 2-0 y vuelta a Eibar con la cabeza baja. Se puede hablar, incluso, de 'autoderrota'. Porque el equipo de Garitano sólo se vio superado por el equipo coruñés cuando cometió dos concesiones defensivas inexplicables que echaron por tierra cualquier opción de puntuar en tierras gallegas.

Las dos acciones claves del partido llegaron en la segunda parte. Después de alcanzar al descanso con todo merecimiento con empate sin goles, a la salida de vestuarios llegó el desbarajuste defensivo del Eibar. Primero fue el portero Xabier Iruretagoyena, el mismo que está completando un debut soberbio en Primera y que ha salvado en tantas tardes al conjunto eibarrés, midió mal en una salida en un centro frontal al área del Depor, salió blando con los puños y dejó el balón a placer a Lucas Pérez para que marcara a placer el 1-0. Y a falta de diez minutos, cuando el Eibar intentaba con mucho corazón quitarse los complejos por el gol recibido y por no estar haciendo una buen partido para buscar un empate in extremis, llegó una pésima cesión atrás de Borja Ekiza. El centra ex del Athlétic quiso retrasar un balón hacia Irureta, golpea muy flojo la pelota, Irureta llega muy justo y al intentar despejar, el balón golpea en el pie de Cavaleiro, que sólo tiene que fusilar a puerta vacía el dfeinitivo 2-0.

El partido comenzó con mucha igualadad entre ambos conjuntos. Ninguno, ni Deportivo ni Eibar, tuvo ocasiones claras de gol, se enzarzaron en una pelea dura y táctica en el centro de campo que terminó en tablas antes de llegar a vestuarios. Quizá el equipo de Víctor Fernández tuvo algo más de peligro con alguna acción a balón parado y alguna internada con relativo peligro de Juanfran por la banda derecha que Irureta supo desbaratar sin excesivos apuros. Entonces, el portero de Berriatua se mostraba seguro como siempre, todavía no había llegado la fatal salida del gol del Deportivo que supuso todo un mazazo para la decena de valientes seguidores de la Peña Ezkozia la Brava que viajaron hasta A Coruña, pese a la lluvia y el tremendo frío.

Con todo, al Eibar le costó demasiado llegar con peligro a la portería de Fabricio en todo el encuentro. Parece como si el brillo que sí tuvieron durante muchos partidos de la primera vuelta se hubiera esfumado. Y a Saúl Berjón, Piovaccari, Arruabarrena y Capa les faltó algo de frescura. Hubo que esperar hasta el minuto 60 de partido para ver el primer disparo entre los tres palos del equipo armero. Aunque eso tampoco es novedad. Ya en otros encuentros a domicilio el Eibar había sido capaz de sacar petróleo con muy poco, pero en esos partidos tuvo una fiabilidad defensiva a prueba de bombas, algo que ayer también estuvo presente, salvo en una acción aislada. Pero en Primera los errores se pagan muy caro. Y en A Coruña el Eibar lo pagó con una derrota que acrecienta su racha de tres derrotas consecutivas. Hay tiempo para la reacción. La visita del Elche será crucial para evitar que empiecen a aparecer los primeros temores de la temporada. El Eibar, pese a la derrota, sigue en el medio de la tabla, con un colchón importante con el descenso, como para analizar los errores de Riazor y corregir de nuevo el rumbo hacia la permanencia final.

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