Una familia consigue salvar su casa de un desahucio
Se encontraron la cerradura cambiada y en la calle con lo puesto. Con dos hijos, una llamada anoche del abogado del banco, los ha devuelto a su casa.
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(Getty Images)
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Sevilla
Una familia de Dos Hermanas se ha salvado in extremis de un desahucio ordenado el pasado jueves 29 de enero. En una llamada del abogado del banco, el BBVA, con quien habían contraído la deuda de unos 10.000 euros por impago, se les informó de que se le condonaba lo que restaba de la hipoteca y que se les ofrecía seguir residiendo en su piso a cambio de un alquiler social de menos de 100 euros.
La pesadilla comenzó un mediodía de la semana pasada, hora del almuerzo y momento en que Ana y sus dos niños llegaban a casa del colegio para comer: la puerta no se podía abrir, habían cambiado la cerradura.
El motivo era una orden judicial de desahucio de su piso de protección de oficial, en la zona de Miravalle de Dos Hermanas.
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La familia asegura que nunca han visto una carta con la comunicación de desahucio, lo cual es posible porque la ley permite, si parte de un banco avisar, aunque sólo sea al vecino del afectado, de que se va ejecutar el alzamiento.
La deuda de la hipoteca era de unos 10.000 euros, debido a que desde hacía bastante tiempo no podían pagar la cuota al estar los dos en paro: José desde hace 7 años lo único que encuentra es trabajo ocasional en bares o como albañil; Ana limpia en casas de manera esporádica.
Cuando se vieron en la calle, sin ninguna pertenencia, su mayor prioridad fue poder entrar en la casa para coger las medicinas de los niños y algo de ropa. Esto lo pudieron hacer al día siguiente, viernes. A partir de ese momento, lo que la familia necesitaba era vaciar la casa; sin embargo esto no lo podían hacer hasta una semana después.
La llamada del lunes por la tarde ofreciéndoles la solución de un alquiler social en su propia casa y sin tener que mudarse ha sido, en palabras de José, la mejor noticia que ha recibido en su vida.
Han vivido estos días con familiares, él con sus padres y ella en casa de su hermana con los hijos, en un ambiente de enorme tensión que, afortunadamente, ya han superado.