El restaurante Egaña Santo recibe su primer Sol Repsol

Sevilla

“Trabajo, trabajo y más trabajo”. Es lo que responde Josemari Egaña cuando se le pregunta por la receta para lograr el reconocimiento de la que está considerada la guía española más prestigiosa del mundo culinario. La Guía Repsol ha otorgado este martes sus nuevos Soles, y el restaurante Egaña Santo ha sido distinguido por primera vez con uno de los preciados galardones.

El secreto, según su propietario y chef, es “que no hay secreto, solo hay buen producto”, explica Josemari Egaña, cuarta generación de cocineros vascos y con 40 años de experiencia en los fogones: “aunque nuestras elaboraciones son minuciosas siempre intentamos que no ensombrezcan al verdadero protagonista”, cuenta quien, junto a su mujer, Mercedes, llegó un día de Deba (Guipúzcoa) y se enamoró de Sevilla hasta el punto de convertirla en su hogar.

Con los ecos de la concesión de las estrellas Michelín aún resonando, los Soles Repsol han hecho entrega de las distinciones a los restaurantes y cocineros que han demostrado la excelencia culinaria. Otorgados por la Asociación de amigos de la Real Academia de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa, que son los encargados de seleccionar los establecimientos distinguidos con Soles, se han valorado aspectos como la calidad de la materia prima, su ejecución, el respeto por la cocina de la región, la carta de vinos y el servicio de mesa y sala.

El restaurante Egaña Santo inauguró, hace poco más de un año, el que hoy es su emplazamiento, situado en la céntrica calle Argote de Molina, en los bajos del Hotel EME, y en poco tiempo el apellido Egaña ha vuelto a convertirse en lo que siempre fue: sinónimo de excelencia en la alta gastronomía de Sevilla.