El PSE reclama la reparación del canal bajo de Añarbe

San Sebastián

Los socialistas en el ayuntamiento donostiarra han expresado esta mañana su preocupación por el estado de deterioro en el que desde hace años se encuentra el canal bajo del Añarbe, la tubería de 12 kilómetros que distribuye el agua del embalse a Donostialdea. “Es hora de actuar y atender la necesaria reparación de un canal que presenta numerosas fugas y filtraciones que pueden colapsar en cualquier momento y dejar sin agua potable a diez municipios guipuzcoanos”, ha asegurado el portavoz Ernesto Gasco.

Por ello presentarán una moción en el pleno del ayuntamiento para instar al Ministerio de Medioambiente “a que dicte la declaración de impacto ambiental de la alternativa al canal bajo e introduzca en los presupuestos la partida correspondiente para ejecutar la obra”. Gasco también ha aprovechado para reprochar al alcalde Juan Karlos Izagirre su falta de compromiso con el proyecto. “Una vez más, no ha sido capaz de hacer las gestiones necesarias, tiene que entender que ir a Madrid a hacer cosas, no es malo, aunque no le gusten ni la capital ni España”, ha afirmado.

Ernesto Gasco ha señalado que “el Canal Bajo tiene una longitud de casi 12 kilómetros, la mitad de ellos en túnel, que lleva años pidiendo a gritos su reparación”. Este llamado Canal Bajo es el que lleva el agua desde la presa del Añarbe hasta la planta potabilizadora de Petritegi, en Astigarraga. De esa planta salen los cuatro ramales que llevan el agua al conjunto de Donostialdea. La obra, que sumaría más de 24 millones de euros, tiene la complejidad de actuar al tiempo que se asegura el abastecimiento a los hogares.

“¿A qué están esperando para acometer una obra imprescindible para el suministro de agua a la mitad de Gipuzkoa?”, se ha preguntado el portavoz de los Socialistas Donostiarras. “Días atrás hemos conocido un informe de la OCU que señala que el agua de San Sebastián, después de la de Burgos, es la mejor de todo el estado en calidad, además de ser barata. No podernos seguir permitiéndonos el triste lujo de tener una red obsoleta, con cientos de fugas y grietas que ponen en riesgo el normal abastecimiento del agua a nuestros hogares.”