Viaje al centro... del PSOE
Los socialistas madrileños intentan frenar el efecto 'Podemos' con guiños al votante desencantado del PP. Quieren fortalecer la imagen de un partido solvente frente a la inexperiencia. Apostará por un discurso más centrado pero sin renunciar a la defensa de lo público

Antonio Miguel Carmona, candidato socialista a la alcaldía de Madrid | EFE(EFE)

Podemos ya no es solo la pesadilla de una mala noche electoral del mes de mayo. La irrupción de la formación que encabeza Pablo Iglesias y el movimiento ciudadano Ganemos, ha trastocado el panorama electoral hasta el punto de situarnos en las elecciones autonómicas y municipales más inciertas desde el inicio de la democracia.
Las encuestas dibujan un cambio de escenario: el final del bipartidismo y la aparición de voces que representan el enfado ciudadano que, en el caso de Madrid, se agrava con la acumulación de escándalos que empezaron con un oscuro 'Tamayazo' al que han sucedido la Gürtel, el uso y disfrute de las tarjetas 'black' y el estallido en la cara de la Púnica, la trama más descarada de todas porque se tejió durante los peores años de la crisis, cuando un día sí y otro también se anunciaban recortes, inyecciones económicas a los bancos, privatizaciones y rebajas sucesivas de derechos laborales adquiridos durante años.
A los socialistas les han adelantado por la izquierda con un discurso quizá no muy realista pero contra el que cuesta construir un argumento sólido, toda vez en muchos de esos escándalos han aparecido nombres como el alcalde de Parla, José María Fraile y consejeros socialistas cuyo extracto mensual de la tarjeta opaca también echaba humo.
¿Jugar a Podemos?


La señal de alarma se ha encendido en los dos grandes partidos que restaron importancia, en un primer momento, a lo ocurrido en los últimos comicios europeos. El PSOE no puede jugar a Podemos porque parte de la indignación de la calle lleva el sello de medidas adoptadas por un gobierno socialista. En el caso de Madrid, al PSM tampoco le ha funcionado durante años la radicalización de un discurso que ahora comienza un viaje hacia el centro político.
Frente a la inexperiencia y la incertidumbre de movimientos ciudadanos, que muchas voces socialistas consideran poco o nada solventes para ejercer una labor de gobierno, el PSM quiere darle a esta precampaña electoral un aire de solidez. Con un Partido Popular achicharrado por la corrupción, los socialistas quieren pescar votos en el caladero del desencanto y de quién ve en Podemos una incógnita peligrosa.
En el caso del Ayuntamiento de Madrid, el candidato Antonio Miguel Carmona ha tenido encuentros y reuniones con sectores tradicionalmente poco vinculados al PSOE. Algunos como el sector del taxi o los pequeños comerciantes muy enfadados con el PP, unos por no defender sus intereses frente a las grandes cadenas comerciales o en el caso de los taxistas, por la pasividad popular ante la amenaza de plataformas como UBER.
Con la incertidumbre todavía de si Tomás Gómez saldrá airoso de la implicación de su delfín parleño en la Operación Púnica, en el caso de la capital, los socialistas tienen claro que Madrid tiene un votante conservador que además rechaza abiertamente la gestión que ha llevado a cabo Ana Botella. El PSM, que ha reforzado su equipo de campaña electoral con personas próximas a la nueva dirección federal, quiere exprimir de Carmona su perfil docente y atenuar el de tertuliano polémico. El candidato a la alcaldía -entienden- tendrá que modular algunas de sus apariciones televisivas.
Es el giro al centro del PSOE que va en paralelo con la estrategia que a nivel federal también ha emprendido el nuevo secretario general del partido. Una apuesta no exenta de riesgo porque quizá es demasiado optimista creer que ese enfado ciudadano se alivará en estos próximos seis meses. El PSOE cuenta con el tirón de un nuevo líder nacional pero el PP se guarda un as en la manga: la designación de sus candidatos.

Javier Casal
Presento el informativo Hora 14 en la SER. Durante 11 años estuve al frente de la actualidad de Madrid...