El PP aprueba en solitario someter a información pública el Pepri del Cabanyal
La oposición insiste que no es más que un maquillaje y se mantiene el expolio sobre el barrio. Los vecinos creen que Rita ha pasado "del hacha al cúter"
Valencia
El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado este viernes, en la sesión ordinaria de julio, someter a información pública la modificación-adaptación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Cabanyal-Canyamelar a la orden del Ministerio de Cultura de 2009 -emitida en época del Ejecutivo socialista- que lo paralizó por considerar que suponía expolio
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Estos cambios, respaldados con el voto favorable del PP -al frente del gobierno local- y rechazados por los grupos de la oposición -PSPV, Compromís y EU- se expondrán ahora por un periodo de 45 días para recibir alegaciones antes de su aprobación definitiva y de ser remitidos a Ministerio de Cultura para que se pronuncie al respecto para determinar si acepta la adaptación del Pepri a la orden de paralización.
El gobierno municipal que preside la alcaldesa de Rita Barberá ha llevado a cabo la modificación-adaptación del Pepri a partir del "acuerdo político" alcanzado con el Ejecutivo central, a través del Ministerio de Cultura y tras las correspondientes "negociaciones", para "desbloquear" la ejecución de este documento de planeamiento urbanístico adaptándolo a la orden ministerial que lo paralizó.
Los tres grupos de la oposición han calificado de "maquillaje" la modificación-adaptación y han defendido que sigue manteniendo la destrucción de muchos edificios sin respetar la trama del barrio y han solicitado que el documento no siga adelante, además de considerar que con él no se cumple la ley.
Desde Esquerra Unida aseguran que este plan es todavía más ilegal que el anterior y pedirán que la Generalitat subrogue al ayuntamiento las competencias en materia de urbanismo porque, aseguran, no está cumpliendo con su obligación de proteger el patrimonio histórico de la ciudad. Para Amadeu este plan es, además, un expolio económico:
Compromís también ha insistido en el mayor coste económico de este plan y ha calificado este PEPRI como una auténtica "chapuza". Joan Ribó, el más beligerante de del debate, ha recordado la necesidad de poner fin a la paralización de la concesión de licencias, con la que el ayuntamiento está impidiendo que los edificios puedan rehabilitarse. Ribó asegura que de este PEPRI anterior, nada cambia.
Y desde el PSPV, Vicent Sarrià, ha recordado que el Gobierno de Rajoy también exigió una adaptación del PEPRI manteniendo al orden del ministerio de cultura de 2009 y ha criticado que Rita Baberá no sea capaz de rectificar en su error. Además, se ha jactado del "acuerdo político" que ha dado pie a esta propuesta: carece de valor y responde a fines electoralistas.
Desde el Partido Popular, el vicealcalde Alfonso Grau, ha dedicado sus intervenciones a criticar la oposición sin responder a los principales argumentos de la oposición. Para Grau, la culpa es de los socialistas, que previeron en el PGOU del 88 que Blasco Ibáñez llegase hasta el mar, argumento tumbado por los socialistas posteriormente. Grau ha insinuado que si tan seguros estuviesen desde la oposición en que el plan no cumple la orden ministerial... no estarían tan nerviosos.
Los vecinos del Cabanyal también han intervenido a través de tres de las asociaciones que las representan. Sus discursos ha sido de tipo emotivo, apelando al carácter histórico y familiar del barrio. El más beligerante ha sido el vicepresidente de la asociación de vecinos de Cabanyal-Canyamelar, que ha insistido en el expolio que se comete contra el barrio y que ironizado sobre el empeño personal de la alcaldesa en este proyecto. Este plan es pasar del hacha, a la cuchilla, dice.