El Partido Popular utilizaba Caja Madrid como si la entidad fuese de su propiedad

Los correos electrónicos del expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ponen negro sobre blanco la dura batalla política por el control de la caja que libraron en 2009 dos sectores del PP: el que lideraba Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad, y el que lideraba Alberto Ruíz Gallardón, entonces alcalde de Madrid. La primera quería llevar a la presidencia de la caja a su delfín, Ignacio González. El segundo, no quería ver a González ni en pintura. Y en ese escenario en aquel otoño de 2009 se enmarcan los correos que publica este jueves el diario El País. En ellos se lee cómo Miguel Blesa habla de Aguirre como "la rubia" a la que le ha ganado una batalla, no la guerra, pero sí un bofetón. Y le dice a su número dos: "llega un momento en que todo te produce satisfacción".

La batería de correos destapa también cómo altos cargos del PP reclamaban favores hipotecarios para amigos suyos, pedían que la caja firmara determinados contratos e incluso, imponían quién debía ser nombrado consejero en determinado consejo de administración. En un e-mail de Ignacio González a Miguel Blesa del 18 de diciembre de 2007 se podía leer: "Me dice la jefa [Esperanza Aguirre] que si tienes que poner dos consejeros de la caja en Iberia y uno es ejecutivo de la caja, que el otro sea Mercedes Rojo. Estoy en un desayuno de Mariano, luego te llamo".

Además, los mails revelan cómo José María Aznar -que colocó a Blesa al mando de la caja- le sugería inversiones multimillonarias en obras de arte o cómo el Gobierno de la Comunidad de Madrid ordenaba hasta adquirir los derechos de retransmisión de los partidos del Real Madrid.