Dos décadas rodando

Dos décadas de cislismo vasco que dejan momentos para la historia de este deporte. La victoria de Roberto Laiseka en el Tour de Francia de 2001, la marea naranja que ha poblado las grandes citas de cada temporada -en Pirineos sobre todo- o la primera victoria en el año 1994, en la Vuelta al País Vasco, con el nombre de Agustín Laiseka, algunos de los instantes para la memoria.

Todo comenzó en el invierno de 1993. El 6 de diciembre de aquel año dio los primeros frutos el trabajo de Miguel Madariaga y José Alberto Pradera. Indurain era la estrella del panorama ciclista; había ganado las tres últimas ediciones del Tour de Francia. Y Euskadi quería verse en las carreteras, junto a los grandes.

En Arantzazu presentaron una escuadra de 15 ciclistas con Laiseka, Cabestany o Salvador. Al año siguiente, en 1994, todavía como unos desconocidos, estuvieron en la Vuelta al País Vasco. Y en la última etapa, el triunfo fue para Agustín Sagasti. Sería el pionero de un proyecto que ya al año siguiente tenía en sus filas a un jovencísimo Igor González de Galdeano.

Poco después surgirían los primeros problemas económicos con la Hacienda Foral. Tanto que, en 1997, la suspensión de pagos amenazó con hacer desaparecer el eqiupo, hasta que 25 millones de pesetas con la firma de Petronor lo salvaron. Poco después, ese mismo año, llegó Euskaltel Euskadi. La firma se convirtió en su patrocinador principal y el equipo creció sin parar en las manos de Julián Gorospe.

Llegaría entonces una de las victorias más recordadas: la de Roberto Laiseka en la Vuelta a España de 1999. Y ya en el siglo XXI, en 2001, en su primera participación en el Tour de Francia, la camiseta naranja de Laiseka ganando también en Luz Ardiden. Y en 2003, la de Iban Mayo en Alpe d'Huez.

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Y con ellos, en cada temporada, la marea naranja de aficionados que poblarían, sobre todo, las etapas pirenaicas del Tour. A partir de 2005, hubo nuevos cambios deportivos, de organigrama, y las riendas del equipo las tomó Jon Odriozola. En ese marco brillaría después, en 2008, el oro de Samuel Sánchez en los Juegos Olímpicos de Pekín. Quizá el último gran momento de Euskaltel Euskadi ya que, cuando la UCI cambió los parámetros para acceder al circuito internacional, el equipo se vio obligado a cambiar de filosofía.

El año pasado se decide abrir la puerta al fichaje de ciclistas extranjeros y en 2013, con ese nuevo proyecto rodando, fueron los problemas económicos -la retirada de subvenciones públicas- las que han acabado definitivamente con el equipo tras 19 temporadas de ciclismo.