Los vecinos de la Cañada Real podrán comprar el suelo de sus viviendas
La Comunidad propone un diseño similar a la urbanización 'Rosa de Luxemburgo', en Aravaca, con zonas verdes y casas que no superen las dos alturas
El Gobierno regional da un nuevo paso en busca de una solución definitiva para el mayor asentamiento irregular de Europa. Ya está elaborado el borrador con el modelo urbanístico que presentarán a asociaciones de vecinos y ayuntamientos afectados. El plan prevé que el mayor número posible de vecinos censados pueda adquirir el suelo. Las infraviviendas no serán legalizadas. La Comunidad pretende que la operación se autofinancie.
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Viviendas unifamiliares o adosadas que no podrán superar las dos alturas, junto a zonas verdes y espacios públicos. Este es el modelo urbanístico, similar al del barrio madrileño 'Rosa de Luxemburgo' (Moncloa-Aravaca), que va a presentar la Comunidad de Madrid a vecinos y ayuntamientos para solucionar el caos de la Cañada, un problema enquistado desde hace más de medio siglo. El borrador de este proyecto será presentado a las asociaciones de vecinos y ayuntamientos afectados. El Gobierno de González aspira a que con este modelo, que se ejecutará durante un espacio de tiempo sin concretar, la Cañada Real Galiana "deje de ser una zona marginal e integre a sus vecinos en los municipios (Madrid, Coslada y Rivas-Vaciamadrid) en los que se sitúan los terrenos". Un total de 7.725 personas residen en La Cañada Real. Ocupa 107 hectáreas y tiene más de 14 kilómetros de longitud.
El primer objetivo de la Comunidad de Madrid es mantener el mayor número posible de vecinos censados en los seis sectores de la Cañada y que la mayoría pueda acceder a la propiedad del suelo para legalizar así su situación. El coste de la operación depende del acuerdo con los ayuntamientos y del interés que muestren los vecinos censados por comprar los terrenos donde se levantan sus viviendas. La Comunidad afirma que no tiene interés económico y que no quiere ganar dinero sino que "todo lo que se saque de la Cañada se invierta en la Cañada" para sufragar los costes de urbanización. La valoración del coste del suelo se hará a través de expertos y el precio será igual para todos, residentes o personas interesadas en comprar, aunque los habitantes actuales "tendrán unas mejores condiciones con facilidades de pago". "La operación debe autofinanciarse" explicaron el consejero de Presidencia y Justicia, Salvador Victoria, y el de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, durante un encuentro informativo con los medios de comunicación.
Las infraviviendas no serán legalizadas "porque no cumplen los requisitos urbanísticos municipales". Las chabolas, según el Gobierno, serán derribadas y "si la persona que pierda su techo está censada será realojada, aunque no se le construirá una vivienda". Para evitar el "efecto llamada", la Comunidad recuerda que el censo realizado por los ayuntamientos ya está cerrado y no habrá nuevas ampliaciones.
Según los censos de los ayuntamientos, en la Cañada Real Galia viven 7.725 vecinos (Rivas, 1.132; Coslada, 927; Madrid, 5.666). Estas cifras suponen un 80% menos que las primeras estimaciones que hablaban de 40.000 habitantes. Asimismo, existen 2.455 construcciones, de las cuales 2.272 son viviendas y el resto (183) naves e industria, algunas de gran actividad económica.
La Comunidad contempla una adaptación gradual del modelo urbanístico que propone en función de las diferentes zonas y sectores. En la parte de Coslada (Sector 1) se tendrá como prioridad el acceso de los vecinos a la propiedad con el fin de que puedan pagar los impuestos (recogida de basura, IBI...) derivados de los servicios que ya disfrutan. En Madrid y Rivas (del Sector 2 al 5) la "adaptación será gradual al diseño que se propone" debido a la disposición de las edificaciones ya construidas. En la zona más problemática (Sector 6) se pondrá en marcha un Plan de Intervención Social Especial con un plazo de Ejecución de 10 años.