Los directivos de centros de salud madrileños presentan en Sanidad sus cartas de renuncia

La Plataforma de equipos directivos de centros de salud de Madrid ha presentado este martes en el registro de la Consejería de Sanidad los escritos de dimisión de 322 cargos de 137 ambulatorios, que se harán efectivos cuando se anuncien los 27 centros cuya gestión será privatizada este año.

Las 322 renuncias de directivos de los centros de salud de la Comunidad de Madrid ya están en la Consejería de Sanidad. Es la confirmación por escrito de que más de 90 centros de atención primaria se quedarán sin el equipo que dirige el centro (un médico, un responsable de enfermería y un responsable de administración) y en casi 40 renunciará alguno de sus miembros, el mismo día en que la Comunidad publique los pliegos con los nombres de los 27 centros a privatizar. Nombres que todavía hoy se desconocen.

Esta medida de presión para que el Gobierno regional retire el plan de privatización, que ya ha empezado a cobrarse despidos, afectará a la mitad de los 260 centros de salud madrileños. Antes de entrar en la sede de la Consejería de Sanidad para registrar las renuncias, los representantes de la Plataforma de Equipos Directivos de Centros de Salud de Madrid han asegurado que la decisión supondrá el colapso de la atención primaria madrileña.

"Si la dimisión se hace efectiva de manera inmediata, las dimisiones podrían ser graves porque los centros de salud se podrían quedar sin nadie que los gestione y se podría bloquear toda la organización", asegura el portavoz Paulino Cubero. Y es que, según ha explicado, junto a las 322 renuncias de directivos, han entregado otras 3.000 de profesionales que rechazan seguir trabajando en las comisiones técnicas. Algo importante, teniendo en cuenta que su perfil laboral sería el adecuado para ocupar las vacantes.

Aunque sólo el 50% de los directivos han decidido dimitir, la plataforma asegura que el apoyo de esta decisión es general. Alrededor de 60 equipos que no han optado por renunciar a sus funciones, según aseguran, por considerar que perjudicarían la calidad asistencial de los centros, han reiterado públicamente su rechazo al plan de privatización y su apoyo al resto de medidas de la comunidad sanitaria. Además, el mes pasado casi 8.000 de los 10.000 profesionales que componen la atención primaria mostraron por escrito su negativa a las medidas privatizadoras en una encuesta interna. Sólo tres trabajadores sanitarios se manifestaron a favor y 14 lo hicieron en blanco.

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Nueva reunión con la Consejería de Sanidad

Con todo las negociaciones siguen adelante. "Mañana hay una reunión del comité profesional [con la Consejería de Sanidad] y esperemos que se desbloquee el diálogo. Hasta ahora las reuniones han sido estériles", dice Cubero, que mantiene la esperanza de que la privatización no llegue a ejecutarse. "De momento, lo que pretendemos es seguir buscando el consenso. No se puede hacer un sistema sanitario sin los profesionales sanitarios. Esto no es un capricho. No somos antisistemas. No contar con nostros para hacer unos cambios de este calado es posible si no tienes ningún miedo a destruir lo que ha costado muchos años hacer", ha zanjado este médico que también ha renunciado a su cargo en la dirección.

En la misma línea, el portavoz Alejandro Tejedor, ha pedido a la Comunidad que "cuente con los profesionales", que no quieren que en la gestión de la sanidad pública "intervengan terceros, de los que no conocemos sus intenciones, su forma de trabajar, ni las garantías de calidad de la atención que ofrecerán a los pacientes".

Los profesionales de la atención primaria no descartan acudir a los tribunales si finalmente comprueban que el plan de privatización incluye irregularidades. En este caso, el portavoz Paulino Cubero ha hecho referencia a la sospecha de la comunidad sanitaria de que la remodelación podría no respetar la libre elección de centros.