La DANA restó 2-3 décimas al crecimiento económico, del 3% en 2024, según CaixaBank
La entidad apunta que en 2025 el crecimiento del PIB se situará en el 2,3%, por debajo de la media nacional del 2,5%
Sede de CaixaBank en València / Rober Solsona - Europa Press - Archivo (EUROPA PRESS)
València
La economía valenciana creció un 3% en 2024 impulsada por la construcción y sobre todo por el turismo, que a su vez estimuló el consumo y explica el dinamismo del mercado laboral, pero fue un crecimiento algo por debajo de lo previsto inicialmente debido al impacto de la DANA, que pudo restar 2 o 3 décimas al crecimiento, según CaixaBank Research.
Así lo recoge una publicación de este servicio, que apunta que en 2025 el crecimiento del PIB se situará en el 2,3%, por debajo de la media nacional del 2,5%, que se explica por la normalización del incremento del turismo y una demanda externa condicionada por el modesto avance de la eurozona.
A corto plazo, el crecimiento se verá afectado por la DANA, pero el esfuerzo inversor en reconstrucción y reposición del capital destruido –con participación de los fondos europeos– será un factor de impulso. Asimismo, las mejores condiciones de financiación y la contención de la inflación seguirán apoyando el consumo privado.
Sobre empleo, el informe destaca una mejor evolución que la del conjunto del país, con un aumento de afiliados del 2,6% en 2024 (2,4% en España) y del 2,7% interanual en febrero de este año: hostelería, transporte y sanidad son las actividades más dinámicas en términos de empleo en el último año, en contraste con la destrucción en el sector público.
En todo caso, presenta una de las tasas de paro más altas del país, del 12,3% en el cuarto trimestre de 2024, frente al 10,6 % de media.
El consumo es más favorable y las ventas minoristas aumentaron un 2,6% en volumen, por encima del 2,1% de España; las matriculaciones de turismos anotaron los mejores registros del país, con crecimientos del 15,1% en 2024 y un extraordinario 70% interanual en enero-febrero de 2025, dada la necesidad de reponer los numerosos vehículos destruidos por la DANA.
En cambio, la producción industrial presenta una evolución peor que en el conjunto de España y el IPI cayó en 2024, por segundo año consecutivo, un 2,8% (0,7% en la media del país), arrastrado por las ramas de bienes de consumo duradero y, sobre todo, de equipo.
Las exportaciones de bienes acumulan dos años de retrocesos. En 2024, cayeron un 2,7% arrastradas por el descenso de las ventas de bienes de equipo –en especial material de transporte– y automoción, que no pudo ser contrarrestado por el tirón de los alimentos (frutas y legumbres) y productos energéticos, cuyas ventas se recuperaron en parte tras el fuerte ajuste del año anterior (la normalización de los precios perjudicó a la regasificadora de Sagunto).
Las actividades turísticas sufrieron los efectos de la DANA y quiebran su recuperación pospandemia. En enero, las pernoctaciones totales apenas crecen un 0,3% interanual (3% en España) y es la única de las grandes regiones turísticas donde cae la llegada de turistas extranjeros (–2,6% frente al 6,1% en España).
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