El Levante se presentará en la Junta General con pérdidas de 12,9 millones del ejercicio 2023-24 y con 46 millones de patrimanio neto negativo
La reexpresión de las cuentas de ejercicios anteriores, no cumplir con los 18,4 millones de euros en venta de jugadores y la enorme deuda financiera comprometen el futuro de la sociedad


Valencia
El Levante tendrá que superar una segunda tormenta perfecta para reequilibrar su patrinomio y tener alguna viablidad como empresa en funcionamiento.
Si la primera fue la pandemia, un mercado congelado y con Quico Catalán jugándose el futuro de la entidad a la ruleta del ascenso, las cosecuencias de aquel disparate se han reflejado ahora con los ajustes contables realizados por los nuevos auditores (Grant Thornton) y que han neutralizado los 19,7 millones de euros que José Danvila le ha prestado al club y los otros 6 que capitalizó en acciones.
La reexpresión de las cuentas de ejercicios anteriores han destapado la caja de los truenos y el patrimonio neto negativo ha pasado con por arte de magía de -10 millones a - 46 milones de euros y que se amortiguan con el dinero no utilizado de CVC.
El ascenso a Primera división se ha convertido en una necesidad para corregir las multiples desviaciones y en caso contrario el CEO, José Danvila tendrá que inyectar más de 20 millones de euros a traves de una nueva ampliación de capital o tendrá que activar a FTI Consulting para que encuentre un inversor que quiera comprar el club y se haga cargo de una deuda que asciende a 101,4 millones de euros, tras haberla rebajado en doce durante el último ejercicio.
En el corto plazo, la prioridad financiera pasa por llegar al 30 de junio con las partidas presupuestarias en verde y arrojar beneficios. El club tiene la obligacion de venta de jugadores por valor de 11,7 millones y de momento solo ha vendido por 7,5 millones de euros a André Garcia y a Fabricio, lo que significa que antes del cierre del ejercicio Kochorashvili deberá ser traspasado al Sporting de Lisboa por un valor que ronda los 5,5 millones fijos.
La deuda a corto plazo del Levante ha disminuido en algo más de 17 millones de euros, ya que el club ha podido hacer frente a sus compromisos de pago con distintas administraciones públicas por valor de 8,7 millones de euros, así como con otros acreedores comerciales, con quienes se ha reducido la deuda por valor de casi 9 millones de euros, según la información ofrecida por el club.
El Levante redujo sus ingresos en el ejercicio 23-24 hasta en 21,5 millones menos que en la temporada 22-23, en la que el club valenciano tuvo la ayuda al descenso, que ascendió a 19 millones.
Además, el club había presupuestado ingresar 18,4 millones en la venta de futbolistas y la cantidad final ascendió a 12,9.
El Levante, que redujo su personal en 135 empleados del 2023 al 2024 y en las últimas semanas ha despedido a una quincena de trabajadores, tiene previsto mantener su plan de reducción de gastos y aumentar los ingresos y su prioridad es acometer los gastos corrientes, como las nóminas, hasta el próximo 30 de junio.
El club está sostenido por el capital que ha invertido en la sociedad el consejero delegado, Pepe Danvila, quien ha aportado casi 20 millones de euros y de los que el club le ha devuelto 1,4.
Danvila, de hecho, es ahora el accionista mayoritario del Levante con un 37 por ciento de las acciones, mientras que la Fundación del Levante se ha quedado con un 34 por ciento de los títulos y el restante está repartido entre pequeños accionistas, según informaron fuentes del club valenciano.
El Levante, anunció que celebrará la junta general ordinaria de accionistas el próximo 16 de abril, necesita reforzar su capital y por este motivo está buscando distintas fórmulas financieras para mejorar su economía. También negocia con sus acreedores la posibilidad de capitalizar parte de su deuda.

José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia