Enrique Montoliú, creador del Jardín de L’Albarda: “Vivimos de espaldas a la naturaleza y así nos va”
El presidente de FUNDEM ofrece una conferencia en la sede en Alicante de la UA sobre la conservación de la flora y fauna mediterránea
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'Cómo ser jardinero me cambió la vida', con Enrique Montoliu, presidente de Fundem
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Alicante
El Jardín de L'Albarda es un recinto dedicado a la jardinería mediterránea. Cuenta con una extensión de 50.000 metros cuadrados en los que se reparten más de 700 especies de plantas. Ubicado en Pedreguer, junto al termino municipal de Denia y con inmejorables vistas al Parque Natural del Montgó. De estilo renacentista cuenta con paseos, pérgolas, templetes, fuentes y piscinas.
De inspiración árabe, alguno podría pensar que estamos ante un jardín centenario. Sin embargo, fue creado en 1990 por Enrique Montoliú, como nos ha reconocido en Hoy por Hoy Alicante, un ingeniero químico al que le conquistó la naturaleza.
Para hablar de este jardín, de FUNDEM, la fundación que preside, el viernes, 28 de febrero, a las 19 horas en la Sala de Conferencias de la sede universitaria de la calle San Fernando, ofrece una conferencia con titulo muy descriptivo de lo que le sucedió: "cómo ser jardinero me cambió la vida".
Lo gratis no se valora
Volviendo al jardín, Montoliú asegura que la naturaleza le dejó asombrado. Cinco años después de su creación, en 1995, con una mínima dedicación, una escombrera se convirtió en un vergel. En ese sentido, lamenta que no valoremos lo suficiente esa generosidad natural.
"Vivimos de espaldas a la naturaleza y así nos va", afirma con contundencia. Y lamenta que no dediquemos más tiempo a contemplar un amanecer o un ocaso. Debe ser que "lo gratis no vale nada", añade.
Además, lamenta que no hagamos lo suficiente para parar el cambio climático. Un calentamiento global, que como buen jardinero, sabe que provoca plagas tropicales en nuestros jardines mediterráneos.
L'Albarda pertenece a la FUNDEM, una fundación dedicada a la conservación de la flora y la fauna mediterránea. Este ejemplo de jardinería sostenible es visitado por miles de personas al cabo del año, alberga conciertos y recibe la visita de muchos escolares de la Marina Alta, comarca en la que se encuentra.