León explica cómo ha sido su marcha del CES-CV: “Renuncié para no tensionar la institución”

Valencia

El Diari Oficial de la Generalitat ha publicado este miércoles el nombramiento de Fernando Móner como nuevo presidente del Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana. Se ratificaba así el dictamen emitido por el consejo del Comité el pasado 21 de febrero. Finalizan así tres años y cuatro meses de gestión de Arturo León, con el que hablamos en 'La Ventana Comunitat Valenciana'.

Al ya expresidente se le interpela sobre su gestión. "Creo que la línea a continuar es ser una institución que sea respetuosa con la naturaleza de de la misma, es decir, una institución de diálogo social y, por lo tanto, la institución debe de ser lo que establece la ley y lo que orienten las propias organizaciones que lo integran. En ese sentido, nosotros hicimos por primera vez un plan estratégico para tener una una mirada a más largo plazo de lo que debía ser la la institución, y hemos actuado en consecuencia. Hemos intentado hacer una institución más útil, más visible y más eficaz básicamente. Más visible".

Una de las cuestiones que siempre merodean a los órganos consultivos como este es su falta de visibilidad, y siempre es uno de los objetivos a conseguir. "Lo más importante para que un ente estatutario como es el el Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana es que tenga el respaldo político adecuado. Es una institución de nuestro Estatut d'Autonomia y es órgano consultivo del Consell. Por lo tanto, el primero que tiene que hacer uso de de esas capacidades y de esas competencias es el propio Consell, por lo tanto, se tiene que reforzar. También se le debe de dar y reconocer la dignidad que corresponde. Es una anomalía que no tenga el mismo trato y consideración que el resto de instituciones estatutarias. No tiene ningún sentido, puesto que están reguladas por por la misma ley y debería tener la misma consideración y, sin embargo, no la tiene. Y además hace falta una ley que dote los instrumentos adecuados a la institución y refuerce, sobre todo, una cuestión muy importante, la independencia, porque las tentaciones de de intentar influir en el órgano hay que evitarlas".

Entre el cese y la renuncia

En este sentido, León aclara cómo ha sido su marcha. "En mi caso, ha sido una anomalía, en el sentido de que no se ha llegado a la finalización del mandato, que era en octubre, y tampoco hay causa objetiva, puesto que no ha habido, al parecer, ninguna disconformidad con el desempeño mío, como así se me ha hecho saber y como consta en el propio decreto de cese, que no es un cese porque es una renuncia y es una corrección de errores. Quiero decir, que no habiendo causa, entiendo que el legislador quería que el mandato normalizado fueran de cuatro años. Y si no hay una causa, por lo tanto, esa sería debería ser la línea. Sí, es cierto que que hubo una propuesta de cese y fue por eso, por esa falta de confianza, pero sobre todo para no tensionar a la institución. Porque es cierto que yo no tenía ningún tipo de contestación en la institución y hemos trabajado todo de manera consensuada y al hacer una propuesta el Consell, es evidente que se tensionan las decisiones que se tengan que adoptar".

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