Alba Navarro, investigadora y bióloga de Elda: "El Vinalopó no es una rambla, es un río"
En la entrevista del programa "Hoy por Hoy Elda Vinalopó" ha participado la concejala de Medio Ambiente de Elda, Cristina Rodríguez
Entrevista| Cristina Rodríguez y Alba Navarro
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Elda
El futuro del río Vinalopó está amenazado por la desconexión entre la sociedad y el medio ambiente, una desconexión que impide que los habitantes tomen conciencia de la importancia de su preservación. En este contexto, Alba Navarro, bióloga experta en anfibios, investigadora y profesora de secundaria, ha dedicado años de su vida a la conservación y protección de este ecosistema fluvial a través de su trabajo en el Observatorio del Vinalopó.
Navarro asegura que uno de los principales problemas del río Vinalopó es la falta de sensibilización de la ciudadanía sobre su valor ecológico. “La gente no reclama mejoras para el río porque no lo ve como un ecosistema fluvial vital, sino como un recurso para obtener beneficios puntuales”, explica. Esta visión cortoplacista impide que la población se involucre de manera activa en la protección de este recurso natural. “Es fundamental que se eduque a la sociedad sobre la importancia de los ríos en general y del Vinalopó en particular”, destaca Alba Navarro.
J. Cruces
J. Cruces
El mayor reto está en reestablecer la conexión emocional entre los ciudadanos y el río. Para ello, una de las estrategias a largo plazo es la creación de sendas interpretativas que faciliten el acceso al público y ofrezcan información educativa sobre el ecosistema y su funcionamiento.
Navarro también subraya que el hormigonado de las orillas del río, una intervención que ha transformado muchas de las áreas naturales del Vinalopó, podría revertirse. “El hormigón se puede quitar. Hay soluciones para rehabilitar la zona y devolverle su carácter natural”, asegura. Sin embargo, para llevar a cabo estas acciones es crucial que tanto las administraciones públicas como la ciudadanía se involucren activamente en el proceso.
El papel de la educación ambiental es, en este sentido, esencial. La bióloga señala que las generaciones más jóvenes deben ser las primeras en aprender a respetar y valorar los recursos naturales que tienen a su alcance. A través de proyectos educativos en las escuelas y de campañas de sensibilización, los ciudadanos pueden adquirir el conocimiento necesario para involucrarse en la preservación del río Vinalopó. En este contexto, los esfuerzos del ayuntamiento pueden ser clave. Alba Navarro propone que las administraciones locales inviertan en proyectos como las sendas interpretativas y que promuevan actividades que fomenten la conexión emocional de la población con el río. “No basta con que se implementen soluciones técnicas, también es imprescindible un cambio cultural que valore a nuestros ecosistemas fluviales como una parte vital de nuestra identidad”, concluye.
El futuro del río Vinalopó depende de nuestra capacidad para reconectar con él. Solo a través de la educación, la concienciación y la participación activa de todos, se podrá asegurar que este valioso recurso natural siga siendo un ecosistema saludable y accesible para las generaciones venideras.
