Sin ‘marketing’ cultural
Isabel Balaguer, concejal del Partido Popular de Alcoy
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Isabel Balaguer / Partido Popular
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Alcoi
“No nos hemos enterado” es la frase que escucho constantemente cuando alguien me dice que se ha perdido una actividad o evento cultural. La promoción o publicidad destinada a la cultura es una asignatura pendiente del Gobierno Municipal y su Concejalía de Cultura.
En Alcoy, el público asiduo a las diferentes propuestas culturales supera mayoritariamente los cincuenta de edad; digamos que los mayores de cincuenta somos los incondicionales, los que acudimos a todo tipo de eventos, sean musicales, teatrales, danza, exposiciones o conferencias.
Pero también somos los que estamos empezando a saturarnos de móvil y redes sociales, los que intentamos no depender tanto de internet y utilizarlo solo por trabajo o por cosas puntuales. La evolución nos deriva por ese derrotero si es que queremos estar al día, pero hay que ser consecuente y pensar en todas las edades y en todo tipo de público.
Siempre que preguntamos sobre cómo se informa en general o qué medios utiliza el Gobierno actual para la publicidad de eventos, nos remiten a la página web, a los canales de WhatsApp o a las redes sociales y claro, pensando en la media de edad fiel a estos acontecimientos, aparece en mi mente el teléfono de número y letras gigantes que solo sirve para hacer y recibir llamadas y que generalmente suena a todo volumen en el momento más inesperado de una función, pero este tema se incluye dentro de la educación del espectador y no en este artículo.
Pero tampoco quiero exagerar y me iré al polo opuesto, el de la forma de llegar a la juventud para atraerlos como público a una programación que no les ofrece nada atractivo, una programación que solo se preocupa del público infantil y adulto, dejando en el centro un triángulo de las Bermudas, un agujero en la capa de ozono, un océano oscuro y silencioso.
De los trece a los treinta y cinco, nos fascina ver caras conocidas, famosos televisivos, cantantes y grupos que irrumpen en las listas de éxitos del panorama musical nacional e internacional, “influencers” que venden sus vidas bucólicas y se convierten en gurús de la moda, la cosmética o los viajes.
Los jóvenes de hoy en día sobradamente preparados tienen claras sus tendencias y sus preferencias, pero para conseguir una cercanía con sus gustos deben salir de Alcoy para encontrar el ocio y la cultura que aquí reclaman a gritos y no encuentran. Lo mismo pasa con las tiendas de ropa y las marcas conocidas o franquicias de hostelería, pero mira por dónde este tema también da para otro artículo.
Nuestra concepción de la cultura es diferente a la que encontramos hoy en día en la ciudad de Alcoy. La cultura es en casi todas partes un eje económico-social que, bien gestionado, genera ingresos para la hostelería, el comercio, e incluso podría aportar beneficios anuales a las arcas municipales para lograr un equilibrio en el mantenimiento de los edificios municipales destinados a la cultura. La cultura se comparte, no es sólo de uso y disfrute local.
Por eso, al salir del Teatro Calderón, en distintas ocasiones, podemos encontrar una cartelera con la programación cultural de Ontinyent o, al salir del Teatro Principal, en Navidad, la cartelera de la programación de Xátiva.
Una buena gestión de la cultura incluye un apartado importante para la publicidad, pero de puertas hacia afuera, para que todas las poblaciones cercanas o incluso la provincia entera tengan la oportunidad de elegir Alcoy para acudir al teatro o a algún concierto que realmente despierte interés en el público general.
Quizá no es tanto que el Gobierno tenga que invertir más en publicidad, sino el pensar en la estrategia adecuada para que llegue a todas partes y edades, y no se quede amontonada en forma de catálogos de exposiciones, programas de mando o carteles sin pegar. Pero que tampoco sea un mensaje fugaz, una publicación de tiempo determinado, un mail en el spam o un buzoneo que no se reparte.
En definitiva, encontrar la fórmula para que “todos se enteren de todo”.