La Banda del Ventorro

Alcoy

Curados de mil espantos, los sufridos habitantes de la Comunitat Valenciana asistimos a un espectáculo inédito y estremecedor: un gobierno autonómico ha iniciado una violenta cruzada descalificatoria contra los profesionales de la Meteorología, responsabilizándolos directamente del desastre de la dana del 29 de octubre. Esta repugnante campaña nos demuestra dos cosas: por una parte, que nuestro presidente Carlos Mazón no tiene límites en su capacidad para caer más bajo y para sumergirse en las más profundas simas de la incompetencia y de la falta principios morales y por la otra, que los hombres que dirigen los destinos de esta tierra están dispuestos a llevarse por delante a quien sea con tal de no afrontar sus evidentes responsabilidades en una tragedia que se llevó 227 vidas y que dejó un rastro de miles de millones en pérdidas económicas.

Desde hace casi cuatro meses, el Consell de la Generalitat Valenciana ha dejado de ser un ente de gobierno para convertirse en la Banda del Ventorro. Desde aquel fatídico 29-0 este equipo de gestores ha dejado a un lado todas sus competencias y ha centrado sus esfuerzos en un único objetivo: defender la indefendible actuación de su jefe durante la peor catástrofe que ha sufrido la Comunitat Valenciana en su historia moderna. Dada la colosal acumulación de errores cometidos por Presidencia durante el día de autos, esta banda organizada se enfrenta a una labor ingente y agotadora. Tienen que actuar con rapidez y sin excesivos miramientos éticos. Cualquier persona, cualquier institución y cualquier colectivo sirven para desviar las culpas de Mazón y para endosarles falsas acusaciones que permitan difuminar las responsabilidades de una administración que cometió un error descomunal, cuyas consecuencias sólo se pagaban con una dimisión colectiva y con la formación de un gobierno de salvación.

Ya podemos tirar a la basura los dos años que le quedan a esta legislatura autonómica. Olvídense ustedes de polígonos industriales, de subsedes del IVAM, de carreteras o de reformas de institutos. La Banda del Ventorro ha dejado a un lado todas estas nimiedades y dedicará toda su jornada laboral a un tema fundamental para el futuro del país: la salvación de sus culos políticos.