La consulta sobre la lengua abre la puerta de los colegios a la maldita polarización

Alicante

No hagas daño, previene y cura. Es una máxima que aplican los médicos, pero que deberíamos emplear siempre. Y es todo lo contrario que está haciendo la Generalitat con su consulta sobre la lengua, que está tensionando innecesariamente a familiares y educadores y ya ha generado un problema con unas consecuencias imprevisibles.

Familias que no saben lo que votar y que se llegan a enfrentar unas a otras; docentes que, además de mostrar su incertidumbre sobre el próximo curso, aseguran que no van a poder organizar las clases basándose en criterios pedagógicos.

Se va a dar la circunstancia de que el voto de los padres no garantizará que sus hijos vayan a tener el año que viene la lengua elegida, lo que va a generar mayores descontentos y frustración. La consulta ha abierto la puerta de los colegios de par en par a la maldita polarización que tanto daño nos hace. Y todo ello, en general, termina por dañar a la educación pública.

Y es tremendo pensar que tener dos idiomas oficiales, más que como una riqueza o una oportunidad para fomentar el multilingüismo, sirva para arremeter unos contra otros.

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