El doctor Francisco Torrens y la lucha contra el cáncer en València
Una plaza del barrio de Monteolivete nos recuerda al doctor Torrens, uno de los pioneros de la lucha contra el cáncer en València
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'Callejeando', con Luis Fernández: el doctor Francisco Torrens (10/02/2025)
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València
En 1914, la lacra del cáncer ya hacía estragos entre la sociedad valenciana, pero, a diferencia de ahora, apenas existían tratamientos que pudiesen paliar la enfermedad. Las noticias esperanzadoras que llegaban de Europa eran que la utilización del radio estaba dando buenos resultados en tumores malignos en ginecología, aunque la adquisición de este elemento era muy costosa. Por esta razón se fundó en València, con parte de capital suizo, el Rádium Instituto Hispano-Suizo, la primera clínica valenciana especializada en la cura del cáncer, que se instaló en la plaza de la Reina, esquina con la calle San Vicente, y contaba con laboratorio, sala de terapia y dos habitaciones para el tratamiento terapéutico del cáncer. Y al frente de este pionero instituto valenciano se puso el doctor Francisco Torrens Roig, presidente y máximo accionista de la sociedad.
Francisco Torrens Roig (València, 1865-1926) fue una personalidad de gran relieve en la ciudad, a caballo entre el siglo XIX y el XX. Realizó sus estudios en la Facultad de Farmacia de Barcelona, doctorándose en 1887, y cuando contaba con 20 años ya fue condecorado por el Ayuntamiento de València por los servicios prestados durante la epidemia colérica que azotó la ciudad en 1885. También empezó a ganar renombre gracias a su popular elixir de guayacol, recetado para enfermedades de pecho, tos, resfriados y tisis pulmonar, que vendía en su establecimiento de la plaza del Mercado.
Aparte de fundar y presidir el mencionado Rádium Instituto, ostentó los más altos cargos en las instituciones médicas y farmacéuticas del momento: fue tesorero del Instituto Médico Valenciano, Decano de Subdelegados de Farmacia, fundador y presidente del Centro Farmacéutico Valenciano, secretario y presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia, Académico de número de la Real Academia de Medicina de Valencia e incluso llegó a ejercer la política como concejal y primer teniente de alcalde bajo el mandato del general Avilés entre 1923 y 1924.
Por todo este currículum, el Ayuntamiento de València acordó dedicarle una calle o plaza de la ciudad, y para ello escogió una plaza que se estaba urbanizando en el barrio de Monteolivete, precisamente sobre unos terrenos propiedad de la familia del mismo doctor Torrens, una gran parcela que abarcaba desde el camino de Tránsitos hasta el desaparecido Molino de San Vicente, entre las actuales calles del Obispo Jaime Pérez y la de Amado Granell. Allí, en la misma esquina con la mencionada calle de Amado Granell -antigua general Urrutia- se colocó una placa artística, patrocinada por el colegio de farmacéuticos y un alto relieve del busto del doctor Torrens, que maltrecho, todavía resiste en la fachada.
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