La taza de café

Alcoy

Hace poco vi en Facebook una historia que llamó mi atención. Preguntaba que porqué se derrama el café de una taza que tienes en tus manos, cuando alguien tropieza contigo. Supongo, que para la gran mayoría la respuesta obvia es porque me han movido el brazo, pero no es esa la respuesta. El café se ha derramado porque en la taza había café, si hubiese tenido en mis manos una copa de vino, se hubiese derramado vino.

Pues ahora imaginemos que nosotros somos la taza de café, y ese alguien que nos ha empujado, que ha chocado contra nosotros, es la vida cuando nos presenta obstáculos, cuando nos pone las cosas difíciles. Lo que saldrá de nosotros es lo que tenemos dentro.

Si el obstáculo es pequeño, podremos disimular, poner buena cara y lo esquivaremos de la mejor manera posible. Pero, cuando el problema llega en un mal momento y perdemos la calma, es muy difícil fingir, es en ese momento cuando vamos a derramar lo que llevamos dentro.

Nuestra taza puede estar llena de cosas buenas: gratitud, modestia, satisfacción, felicidad, amistad, armonía… O puede estar llena de cosas negativas: rencor, rabia, enojo, tristeza, disgusto… y todo esto nos llevará a reacciones llenas de agresividad.

La vida te da el recipiente y tú eres quien se encarga de llenarlo. El camino fácil es el segundo, el que te lleva a reaccionar con malas palabras y malas acciones, así que trabajemos día a día para llenarlo de bondad, risas, perdón, amor hacia el prójimo, gratitud…

Únete al canal de WhatsApp de la SER

No es fácil, pero si cada uno de nosotros pone un poquito de su parte, seguro que mejoramos el mundo de aquellos que nos rodean.

Vamos a por el segundo mes del año, disfrutad y sed felices, que el tiempo se nos escapa sin darnos cuenta.