Espacios públicos, arte urbano
La Columna de Carlos Arcaya: «Espacios públicos, arte urbano»
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Alicante
En la película 'El 47', dos de sus protagonistas bajan de su barrio hasta la plaza del Ayuntamiento de Barcelona para hacer una pintada en su fachada con la que piden que se les haga caso y les saquen de la marginalidad. Para los que tenemos una cierta edad, las pintadas en los muros han sido una forma de protesta y, hay que reconocerlo, algunas eran verdaderamente imaginativas.
Eran otros tiempos. En la actualidad, los ayuntamientos, como han hecho el de El Campello, tienen que poner en marcha iniciativas para acabar con pintadas xenófobas, homófobas o machistas. En la capital provincial se ha puesto en marcha la campaña 'Hagamos Alicante más limpia'.
Y está bien, pero las ciudades también deben ser espacios para expresarse. Tampoco debe pasar como en las redes sociales, en donde se apela a la libertad de expresión y se habla de la censura para permitir que se extiendan la desinformación y los bulos.
Por ello, los consistorios deben velar por cuidar los espacios públicos apelando a la conciencia cívica, pero también pueden facilitar que sus muros o medianeras sean un lugar para creaciones artísticas de mayor o menor calado político o social.
