La señora lechuza
Ana María García, escritora
La Columna Ana María García (14/01/2025) "La señora lechuza"
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Alcoy
Feliz Año Nuevo. Ya tenemos medio mes pasado, así que volvamos a nuestra rutina.
Un día la señora Lechuza, maestra de la escuela de animales, lanzó un reto a sus discípulos. Estaba harta de que los más egocéntricos de clase se burlasen de los, aparentemente, más débiles.
-Este fin de semana tendréis que subir a lo alto de la montaña buscando vuestro propio alimento, agua y cobijo. El primero que consiga llegar a la cima tendrá grano para comer todo el año.
La Lechuza conocía las limitaciones y las ventajas de cada uno de sus alumnos.
El Oso Pardo salió decidido pensando que con su cuerpo y fuerza la montaña no se le resistiría, pero cayó en un profundo agujero del que, debido a su peso, no podía salir solo.
El lobo comenzó la marcha muy ligero creyendo que por su velocidad y astucia conseguiría ganar al resto. Pero quedó atrapado en un cepo.
El águila pescadora al ir a buscar comida y agua al arroyo, tragó un pez con un anzuelo que se le clavó en la garganta, dejándola herida.
Y así uno tras otro fueron quedando atrapados todos los animales, excepto dos. La tortuga y el caracol que, a pesar de su extrema lentitud, avanzaban con paso seguro y firme. Decidieron marchar juntos por si necesitaban la ayuda del otro y así consiguieron su objetivo.
Al llegar a la cima pidieron ayuda para sus compañeros y cuando todos estuvieron reunidos decidieron que, debido a que toda esa cantidad de grano era demasiada para ellos, la compartirían con el resto.
Sus compañeros aprendieron una gran lección de humildad y compañerismo.
Todos somos necesarios para llevar a cabo nuestros proyectos, aunque hay personas que necesitan destacar por encima de sus compañeros. Esas personas caen una y otra vez y necesitan de sus compañeros para levantarse y no dudan en volver a pisotearlos si con eso vuelven a brillar.
Yo prefiero ser tortuga o caracol.