Benidorm aspira a ser sede del Mundial de ciclocross en 2029
El enorme éxito cosechado por la Copa del Mundo desde su desembarco en El Moralet y Foietes sitúa a la ciudad como posible sede mundialista
Benidorm
La prueba de la Copa del Mundo de cilocross de Benidorm fue una de esas apuestas que, un destino como la capital turística de la Costa Blanca, realizó tratando de despertar la atención de potenciales visitantes que, como explica la directora de la Fundación Visit Benidorm, Leire Bilbao, vieran en ese evento la forma de “conocernos si no lo hacían previamente”. Una meta que, dado el éxito que ha cosechado en sus tres primeras ediciones (superando los 15.000 espectadores en cada una de ellas”, se ha conseguido. De hecho, Bilbao subraya que el evento “es perfecto para que los aficionados nos descubran y vuelvan a venir”.
Un tándem, el de la especialidad invernal del ciclismo y el de Benidorm, rey indiscutible del ‘sol y playa’ en todo el litoral Mediterráneo, que podía parecer incompatible a primera vista; pero que se ha destapado como una de las uniones más potentes del circuito más elitista del ciclocross mundial, tal y como han reconocido ya en más de una ocasión la Unión Ciclista Internacional (UCI) y Flanders Classics, la empresa que se encarga, en nombre de la UCI, de la explotación y organización de la Copa del Mundo.
La prueba que este 2025 visitará los parques de El Moralet y Foietes el próximo 19 de enero (junto al BenidormCX, de categoría nacional, la víspera) es ahora el mascarón de proa de los esfuerzos promocionales de la capital turística de la Costa Blanca no sólo en el ámbito deportivo sino también, como gusta decir al alcalde benidormense, Toni Pérez, de la temporada ‘maja’, esa que permite alcanzar la plena desestacionalización y, de esa manera, mantener puestos de trabajo y generación de riqueza.
En ese mismo sentido, Leire Bilbao insiste en que “el turismo deportivo, ya sea para practicar cualquier disciplina o disfrutar viendo, como en este caso, grandes eventos internacionales; está transformado la temporada media o ‘maja’ posicionándose junto a los congresos e incentivos como claves para la diversificación del sol y playa”.
Pero si la Copa del Mundo de ciclocross ha servido para que Benidorm se promocione y posicione en ese mercado específico, también ha supuesto un enorme revulsivo a la propia disciplina, consiguiendo darle una proyección que no alcanzan a soñar las pruebas de Bélgica y Países Bajos (donde las audiencias televisivas de las distintas pruebas alcanzan con frecuencia el 80% de cuota de pantalla) ni tampoco otras apuestas internacionales como Irlanda, Italia, Francia y, en el pasado, Dinamarca, Suiza o, incluso, Estados Unidos.
De hecho, tanto es así que la propia UCI y, junto a ella, Flanders Classics ya han mostrado su propio interés en que Benidorm y, en concreto, el circuito de El Moralet y Foietes sea sede de un próximo campeonato del mundo de la especialidad. Designadas ya las sedes de 2025 en Lévin (Francia), 2026 en Hulst (Países Bajos), 2027 en Ostende (Bélgica) y 2028 en Hoogerheide (Países Bajos); el nombre de Benidorm lleva meses sonando con fuerza en los mentideros ciclistas para albergar la cita de 2029.
Esto haría que la capital turística de la Costa Blanca albergara una nueva lucha por los maillots arcoíris después de aquel recordado Campeonato del Mundo de ruta que se celebró en 1992 con victoria de Gianni Bugno y en el que Miguel Induráin, gran favorito ese día, terminó sexto.
El propio organizador de la prueba, el valenciano Pascual Momparler, reconoció durante la presentación del evento ese interés por parte del máximo organismo internacional del ciclismo por convertir a Benidorm en sede mundialista.
De hecho, la UCI ya ha pedido un informe para evaluar la idoneidad de la ciudad para albergar ese gran evento, algo que, habida cuenta de la infraestructura alojativa de Benidorm, su proximidad con un aeropuerto internacional como Alicante y, sobre todo, la fortaleza organizativa mostrada con la Copa del Mundo, está fuera de toda duda.
De hecho, en declaraciones al diario AS, Momparler ha asegurado que “la DANA frenó algunos avances que teníamos en las propuestas”, pero mantiene que “la UCI tiene buena imagen de nosotros y quiere que el Campeonato del Mundo sea por la zona”. Por el momento, el máximo responsable del gran evento benidormense no quiere lanzar las campanas al vuelo, pero reconoce que “tenemos grandes esperanzas”.