Un Bada Huesca sin brillo mete al Servigroup Benidorm en un lío
El Balonmano Benidorm cayó en un partido clave y ahora necesita revertir con urgencia su crisis de resultados
Benidorm
El choque ante el Bada Huesca en el Palau d’Esports llevaba varias semanas marcado en rojo en el calendario de un Servigroup Balonmano Benidorm que, pese a haber tenido algunos momentos brillantes, acabó cediendo dos puntos fundamentales tras caer en casa por 28-30 y que ahora ya no tiene margen de error de cara a la crucial visita del próximo miércoles a la cancha del Aranda.
Y todo, en el partido que supuso el regreso de los de Sergio Carballeira a su cancha más de un mes después de su última comparecencia en ella y que arrancó, tras guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA de Valencia, con el saque de honor protagonizado por Fermín Cacho, leyenda del atletismo español, presente en la grada.
El Servigroup Balonmano Benidorm entró frío al partido. Muy impreciso en ataque y con preocupantes lagunas defensivas que permitieron al conjunto visitante abrir un inquietante hueco de 1-4 en el luminoso en los primeros cinco minutos del choque en un claro y muy serio toque de atención del que los de Sergio Carballeira supieron tomar nota con una contundente reacción a la que también ayudaron varios errores oscenses que permitieron a los del Palau llegar al minuto diez de juego con mucho terreno recuperado (4-6).
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Pese a todo, lo fundamental del duelo entre el Servigroup Benidorm y el Bada Huesca se hacía evidente casi en todas las jugadas, con los dos contendientes pecando de excesivo nerviosismo y, por momentos, prisa exagerada buscando la culminación de las jugadas, lo que provocaba que muchos balones acabaran perdiéndose en la nada.
En ese frenesí de precipitaciones y errores, era el Bada Huesca el que estaba siendo capaz de sacar mayor rédito de sus (pocos) aciertos y los (muchos) errores del rival, lo que provocó que tras un nuevo periodo de sequía goleadora (incluido un penalti fallado por Nacho Valles), Sergio Carballeira optara por solicitar su primer tiempo muerto trancurridos apenas 13 minutos de juego y con 4-8 en el marcador.
Sin embargo, la vía de agua que tenía abierta el Servigroup Benidorm, lejos de atenuarse, parecía hacerse cada vez más grande y, lo más preocupante, lo hacía más por deméritos propios que por el buen hacer de un Huesca que, aunque sacaba oro de todas sus acciones, seguía lejos de un balonmano brillante.
Tratando de salvar a los suyos del naufragio en ciernes, Carballeira volvió a parar el juego en el minuto 20 (8-14) en busca de una reacción que, al menos en ese momento, se antojaba (casi) imposible.
Fue entonces cuando la magia se apoderó del Palau d’Esports. La conjura funcionó y en una reacción brutal, la de las mejores tardes, los locales supieron encontrar su mejor juego. En la portería, Krystian Witkowski emergió como un muro en sustitución de un desdibujado Roberto Domenech y arriba, en el ataque, la maquinaria se engrasó para, en cinco minutos de ensueño, volver a dejar las cosas completamente abiertas (13-15) para, finalmente, llegar al descanso con un ajustado (visto lo visto) 15-18.
Tras la reanudación, el partido volvió a entrar en una fase más pausada, con el Bada Huesca buscando la manera de calmar la velocidad que los locales, con más capacidad de rotación que en jornadas precedentes, trataban de imprimirle al choque.
Esa segunda media hora de juego fue, en el fondo, más de lo mismo; con un conjunto visitante que veía cómo su nada brillante desempeño sobre el 40x20 era sobrepremiado ante un Servigroup Benidorm que ni siquiera fue capaz de plantar cara a su rival gracias a diversas penas máximas que acabarían siendo desaprovechadas.
Con ese panorama, el partido más gris en mucho tiempo de los vistos en el Palau d’Esports, terminó, ese a unos minutos finales realmente buenos por parte del equipo local, con ese 28-30 en el marcador que coloca a los benidormenses en una situación más que comprometida en la clasificación a la espera del resto de partidos de la jornada en la Liga Asobal.