El Gremio de Panaderos ha gestionado el envío de 600.000 barras de pan durante la DANA sin ayuda oficial: "Necesitamos que se hagan cargo"

Valencia

El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia se ha movilizado desde el primer día de la trágica DANA del 29 de octubre en el campo de la solidaridad para ayudar en todo lo posible. Y es que obviamente el sector de la panadería y la pastelería artesana ha sufrido un impacto brutal. Afectando a muchos de estos establecimientos, que han visto desaparecer sus negocios debajo del agua, comprometiendo, así, la actividad laboral y económica de los trabajadores y sus familiares. El caso es que el Gremio se puso el mono de faena en la misma madrugada del 30 y tres semanas después aún está esperando ayuda por parte de las administraciones. Lo cuenta Juanjo Rausell, presidente del Gremio en La Ventana Comunitat Valenciana, que cifra en aproximadamente unos 60, los establecimientos afectados. Establecimientos muy especiales para los municipios. "El horno valenciano es un espacio muy del pueblo, muy de los barrios. Los hornos y las pastelerías son es un sector muy atomizado, estamos en todos los barrios. Estamos en todos los pueblos, es un sitio neurálgico y em seguida se ha notado el problema y el hándicap, que ha traído y trae este problema de la DANA.

Rausell defiende el gen de los profesionales de este sector y como comentábamos, señala como se pusieron a trabajar rápidamente. "A la una y media de la mañana de la misma noche desde los asesores de la alcaldesa de Valencia se pusieron en contacto conmigo y ahí se activó una llamada de alarma entre todos los compañeros que poco a poco conseguimos que se fueran sumando. Y esa misma noche a las 5:30 de la mañana ya habían panaderos que estábamos descargando pan, leche, zumos, batidos, bollería, en la Petxina, y desde ese instante hasta hoy, seguimos dando muestras de lo que es nuestro nuestro gen de servicio público".

Hasta hoy siguen su tarea distribuyendo pan, poniendo los profesionales de su bolsillo la harina y demás. Y con dificultades para poder hacer ese trabajo fundamental. "Ha sido un caos, porque desde el minuto uno estamos ahí y desde el minuto uno hemos intentado solucionarlo por nuestras vías propias. Por medio, también, de gente que nos echaba una mano de llamadas, para entrar dentro, o bien a través de la secretaria del alcalde de Albal o de Catarroja, o de Paiporta por medio de una parroquia", asegura Rausell que se queja de que ninguna administración les facilitó el trabajo o que sus intentos de contactar fueron infructuosos.

Y siguen así. Llevando el material a través de transportes privados o de ONGs. Y piden algo de ayuda, a través de cauces oficiales. "Es que eso es en lo que estamos ya desde hace mucho tiempo. Se está reclamando y la realidad es que a fecha de hoy pues... Mira, el Gremio de Valencia ha centralizado incluso todos los las ayudas de otros gremios de fuera de la Comunitat Valenciana, hemos estado gestionando una barbaridad de pan, que a la fecha de hoy estamos hablando, pues que sean aproximadamente casi 600.000 barras de pan. Pon unos 20.000 kilos de bollería, que hemos estado moviéndolas. Nosotros estamos por la labor, porque de hecho no hace falta que demostremos a nadie nada más de lo que se ha hecho porque todo lo hemos hecho de corazón, pero claro, es que alguien pensará que cuando vemos esas imágenes que le están dando un bocadillo, le están dando un plato de comida, nadie se pregunta cómo ha llegado el pan hasta allí?", exclama el presidente.

Y es que, insiste, en que, por ejempo, este miércoles han sido más de más de 1.000 barras y aún así siguen sin tener un cauce oficial después de intentar hablar con todas las instituciones. "En la Pantanada los panaderos también dimos el do de pecho, venían los camiones de militares, pasaban por los hornos se cargaban el pan y ellos se ocupaban de introducirlos dentro de la zona afectada. Eso es lo que podríamos hacer", lamenta el portavoz que pide a quien corresponda que, "deberíamos empezar a sentarnos y hablar claro, sobre cómo vamos a darles de comer a esta persona que están muy afectadas. Tiene que hacerse cargo la administración porque si no, llegara un momento, en que se dejará de hacer porque la gente también se está cansando, hay que pensar que somos pequeños panaderos, muy pequeños de barrio, que esto al final no se puede soportar tanto en el tiempo".

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