El "capricho" y la "piña caramelizada": dos dulces característicos de Elda de la centenaria Pastelería Peñataro
Vicente Valero Peñataro, actual responsable del negocio, ha asegurado en La Ventana del Vinalopó que "la clave de su éxito es mantener la tradición sin bajar la calidad"
NaN:NaN:NaN
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1731688862689/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Elda
La Pastelería Peñataro de Elda cuenta con varios elementos que la hacen única. Para empezar, se trata de un negocio muy longevo y familiar, tal y como ha relatado Vicente Valero Peñataro, su actual responsable, en La Ventana del Vinalopó: "Mi abuelo comenzó en el 1924, hace justo 100 años, en la calle Colón. Después lo siguieron mi tía y mi madre y finalmente he reiniciado yo la pastelería; nunca ha estado cerrada".
Pero al margen de su trayectoria, destacan en el negocio dos productos únicos en la ciudad: el primero de ellos es el "capricho". Valero lo ha definido como "una receta realmente sencilla" y ha añadido que "se trata de una tartaleta de hojaldre rellena de crema pastelera, la misma que realizaba mi abuelo, y la caramelizamos con azúcar; al rojo vivo a la plancha".
Por otro lado, hay que destacar la "piña caramelizada". Se trata de un producto que, tal y como ha indicado el responsable de la Pastelería Peñataro, se ha convertido "en una tradición navideña; la gente la compra en estas fechas y la pone de postre en Navidad o en Nochevieja". Sobre esta receta, invención de Valero, ha desgranado que "vaciamos la piña y solo queda la cáscara; después, metemos daditos de la piña y la mezclamos con crema catalana. Finalmente la cubrimos y caramelizamos con la plancha".
Tras un siglo de éxito en Elda, Valero ha asegurado que "creo que la clave ha sido mantener siempre la tradición, buscando conservar siempre la buena materia prima y sin bajar la calidad".