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La València Olvidada: Los leones de Monforte (por César Guardeño)

Hoy estamos en el Jardín de Monforte, bajo la atenta mirada de los bustos de Dante, Petrarca, Mercurio, Sófocles, Hermes y especialmente dos "felinos" que nos observan atentamente

La València Olvidada (03/07/2024): "Los leones de Monforte"

La València Olvidada (03/07/2024): "Los leones de Monforte"

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València

En el Congreso de los Disputados de Madrid, flanqueando su escalinata, desde el año 1872, podemos ver dos grandes leones de bronce, de más de dos toneladas cada uno, realizados por escultor zaragozano Ponciano Ponzano y Gascón.

¿Y qué tienen que ver esos los leones con los del Jardín de Monforte? Pues mucho. Porque antes de que estuvieran esos leones de bronce flanqueando las escaleras del Congreso de los Diputados hubo otros dos proyectos. Y el segundo de estos proyectos es el que podemos ver actualmente aquí, en València.

Son los llamados “leones de piedra blanca de Colmenar”, que son obra del escultor abulense José Bellver y Collazos, que como curiosidad hay que decir que fue tío de otro escultor Ricardo Bellver, autor del Ángel Caído del Parque del Retiro. Una escultura enigmática, ya que el conjunto que sostiene la escultura se eleva a 666 metros sobre el nivel del mar. El número de la bestia: 666.

Y parece ser que estos dos leones de piedra del escultor Bellver, encargados en 1859, pudieron llegar a presidir la entrada al Congreso de los Diputados, al igual que ahora lo hacen los dos leones de bronce de Ponzano.

El motivo por el que estos dos leones no estén allí, en la escalera del Congreso de los Diputados es debido a que fueron inmediatamente rechazados porque tenían un aspecto infantil, casi aniñado y tal y como se puede apreciar son de un tamaño muy pequeño, cuestión que despertó numerosas críticas.

Con apenas 90 centímetros de alto y 140 de largo, estos dos leones de Bellver fueron tachados de canijos y enviados a un almacén del Congreso.

Además, un animal como el león, debe trasmitir fuerza, poder, fiereza, valor, dignidad, vigor, y tal y como se dijo en la época, estos leones parecían más una pareja de perros rabiosos que dos fieros felinos. Ni imponían respeto, ni daban miedo a nadie.

Y por segunda vez, las esculturas se retiraron a causa de las protestas. Digo por segunda vez, porque el primer proyecto de los leones para el Congreso de los Diputados fue un auténtico fiasco.

La primera pareja de leones también fue obra de Ponciano, que hizo una obra de yeso pintado imitando al bronce. Por lo visto los recursos económicos eran muy limitados y no había dinero para realizar una gran obra.

Estos leones fueron colocaron en el año 1851, con el agrado y aprobación del público, pero al cabo de un año, por las condiciones meteorológicas, los leones presentaban un estado deplorable. Entonces comenzaron las críticas de ciudadanos, que vieron que se habían deteriorado y fueron retirados.

Los dos leones terminaron en València porque fueron rescatados de ese almacén del Congreso en el año 1864 por Juan Bautista Romero y Almenar, Marqués de San Juan. Parece ser que le gustaron mucho y eligió esta pareja de leones para realzar este jardín de atmósfera romántica que entonces se hallaba fuera de los límites de la ciudad, al lado del antiguo Palacio Real de València, que como sabemos fue demolido por los propios valencianos a principios del siglo XIX durante la Guerra de Independencia o del francés.

Es un personaje importante de nuestra historia y fue precisamente quien encargo el diseño de este jardín en el que estamos al arquitecto valenciano Sebastián Monleón y Estellés, autor también de la Plaza de Toros de València y del primer monumento funerario exento del Cementerio General, junto con el escultor Antonio Marzo, para la sepultura de Juan Bautista Romero Conchés, hijo y heredero del Marqués de San Juan.

Juan Bautista Romero fue una persona ilustre e importante de la sociedad valenciana del siglo XIX, siendo un destacado empresario, financiero y senador vitalicio que se enriqueció con el comercio de la seda.

Y, por cierto, un detalle importante. El nombre original de este jardín donde fueron a parar los leones era el de L’Hort de Romero. Sin embargo, hoy en día lo conocemos como Jardín, y a veces veréis también que aparece en plural como jardines, de Monforte por haber pasado a la familia de este apellido a la muerte del marqués, en 1872. Los Marqueses murieron sin descendencia y el huerto fue heredado en 1877 por una sobrina, Josefa Sancho, que estaba casada con Joaquín Monforte y del que tomó finalmente el nombre.

Así que desde que el Ayuntamiento de València recuperó el acceso original al jardín, a través del palacete de Monforte, lo primero que pueden ver los recién casados al salir a hacerse la sesión fotográfica, justo en el patio de leones, son precisamente a los leones del escultor José Bellver, que se buscan entre sí con la mirada, mientras apoyan sus zarpas sobre una pequeña bola.

Parece que al final, ambos felinos parecen satisfechos con la ubicación que ocupan en este magnífico rincón que recomiendo visitar. Tiene muchos secretos y detalles sorprendentes.

Un detalle curioso para finalizar. Los dos leones de Monforte tienen testículos. Uno de los leones del Congreso de los Diputados, no. Así que, pequeños, pero matones. Ahí lo dejo.

Quique Lencina

Quique Lencina

Filólogo de formación y locutor de profesión, actualmente forma parte del equipo digital de Radio Valencia...

 
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