Mucho, mucho ruido
Ruido empedernido, contagioso ruido, ruido escandaloso, ruido del pasado, ruido intolerable, puro y duro ruido
La Columna de Carlos Arcaya: «Mucho, mucho ruido»
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Alicante
El "mucho, mucho ruido", que diría Sabina, ha provocado la sentencia de un juez que da la razón a unos vecinos de la calle Castaños por vulneración de sus derechos fundamentales, algo que prevalece por encima del derecho al comercio.
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Y no podemos decir que no se viera venir, porque este ruido no se ha acallado. No ha sido una prioridad política. El problema de convivencia entre el derecho al descanso y al ocio en el centro está enquistado. Y, puntualmente, también hay que recordar la misteriosa desaparición de unos sonómetros de la zona centro que siguieron dando mediciones.
La falta de diligencia política provoca que los conflictos los resuelvan los tribunales con consecuencias impredecibles.
Claro que estamos ante un asunto complejo y más cuando se ha apostado sin miramientos por extender un uso turístico en el centro, lo que ha provocado una excesiva privatización del espacio público. Toda acción y todo exceso tiene sus consecuencias y esta solo es una de ellas.
En fin, que terminando de nuevo con Sabina: ruido empedernido, contagioso ruido, ruido escandaloso, ruido del pasado, ruido intolerable, puro y duro ruido.
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