Mirar hacia otro lado

Valencia

No hay más ciego que el que no quiere ver. O el que no le interesa. Porque eso es precisamente lo que parece estar haciendo el PP con el informe de la ONU sobre la mal llamada ley de la Concordia. Ceder al discurso ultra y revisionista tiene más consecuencias de las que pensaban. Romper los consensos, también. Es lo mismo que pasa en el ayuntamiento de Valencia, con la alcaldesa popular manteniendo en su puesto a una concejala de extrema derecha que tiene un más que considerable historial racista en redes sociales. No sé qué efecto tendrá todo esto entre el electorado del PP, pero sí que genera un daño en nuestra cultura democrática. Por convencimiento, o por omisión del deber de socorro de la democracia, se equivocan