Condenado en Alicante a 141 años por captar en internet a 42 menores para crear pornografía infantil y agredir sexualmente a tres de ellos
El encausado actuó de forma continuada desde 2017 enviando fotos y videos de tipo sexual y proponiendo encuentros personales con los menores
Un hombre ha sido condenado a 141 años de cárcel en la Audiencia Provincial por captar por internet a 42 menores para pornografía infantil / Cadena SER
Alicante
Un hombre ha sido condenado a 141 años tras admitir que captó a través de Internet a 38 niñas y cuatro niños de todo el país de entre 10 y 15 años para crear pornografía infantil y que cometió cuatro agresiones sexuales contra tres de las víctimas. En la vista oral celebrada este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante, la fiscalía pedía inicialmente 281 años y tres meses de cárcel para este individuo pero ha habido una conformidad por la que reconoce los hechos y se le aplica una atenuante por dilaciones indebidas y una rebaja por la aplicación de la ley del solo sí es sí.
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El abogado del acusado, Javier Teijeiro, ha explicado a los periodistas que, en virtud a dicha conformidad alcanzada con el ministerio público, se reducirá el tiempo que su defendido ha estado en prisión provisional, algo más de un año, y que el cumplimiento efectivo en la cárcel se limitará a 12 años, el triple de la pena mayor en cada caso, que son cuatro años.
El condenado, que carece de pasaporte y de medios económicos, según su letrado, ha quedado en libertad e ingresará en prisión voluntariamente una vez que la sentencia sea firme.
En foros de Whatsapp
La fiscalía ha sostenido desde un principio que el encausado actuó de forma continuada desde 2017 y que usaba teléfonos, ordenadores u otros dispositivos para participar de forma activa en foros o grupos de Whatsapp en los que hablaba con perfiles falsos.
En ocasiones, se hacía pasar por una chica menor de edad que enviaba fotos y videos de tipo sexual, con la intención de crear un clima de confianza con las víctimas y lograr que éstas hicieran y le mandaran material de tipo pornográfico, aunque también era frecuente que propusiera a las niñas encuentros personales, lo que consiguió en ocasiones para agredirlas sexualmente, tras lo cual ofrecía regalos como recargas de saldo para sus teléfonos, dinero o ropa.
